Al-Thani: un jeque con los bolsillos vacíos en Málaga

Al-Thani compró el club por 36 millones de euros en 2010. Sacó el talonario para fichar a jugadores como Joaquín, Cazorla, Monreal, Baptista o Toulalan. Repescó del Valencia a un joven Isco, que se destapó como un mago y vendió en 2013 al Real Madrid casi por la misma cantidad por la que había comprado el club. En sólo dos años, el equipo estaba en Champions. Eso fue la debacle. En la temporada 2013-2014, la entidad acumuló 100 millones de deuda . Los jugadores no cobraban. Según Joaquín, uno de los líderes de aquel vestuario, hasta les prometió que les pagaría cuando vendiera unos terrenos. Las estrellas se marcharon. El proyecto no era viable, pero los Al-Thani seguían viviendo a cuerpo de rey en la Costa del Sol .

Ahora el Juzgado de Instrucción 14 de Málaga investiga si vivieron a costa del club, tras una querella de los accionistas minoritarios. Según la denuncia, el jeque y sus hijos habrían sacado créditos por valor de 4,3 millones de euros , que nunca devolvieron. También habrían sumado cobros por la asistencia al consejo de administración por valor de 1,44 millones. En este sentido, se investigan cargos a las arcas del Málaga en alquileres de inmuebles, vehículos de alta gama o viajes sin aparente justificación laboral. Les investigan los posibles delitos de administración desleal, apropiación indebida y blanqueo de capitales.

La juez exige una fianza de 5,4 millones de euros para abonar la responsabilidad civil. Si Al-Thani no consigna bienes por ese valor antes de este martes, será embargado. La misma magistrada que decidió apartarlo del club y nombrar un administrador judicial , tras un registro de la Policía Nacional en La Rosaleda y los informes negativos sobre la contabilidad de la entidad del Consejo Superior de Deportes y de La Liga.

Es la caída del que prometía ser un «rey Midas» para la Costa del Sol, que ha propuesto avalar la fianza con un préstamo de 4,2 millones que una empresa suya pidió para hacer frente a la consigna para la concesión del Puerto de la Bajadilla de Marbella. A su vez, pone a disposición una casa en Qatar y pide que se tenga en cuenta la inversión inicial que hizo en el Málaga para equilibrar las cuentas.

Mientras tanto, el juzgado sigue la pista de varias sociedades del árabe en España. Por un lado, se investiga Nasir bin Abdullah & Sons. Esta sociedad es la que tiene suscrito el crédito de 4,2 millones que el jeque propone como aval para la fianza impuesta. Es lo que consignó en 2011 para que un consorcio, en el que era accionista mayoritario, pudiera quedarse con la concesión de las obras de reforma del Puerto de la Bajadilla de Marbella . Era el tiempo en el que se le veía como un reputado empresario al que se le ponían rotondas con su nombre en agradecimiento.

Aquella obra prometía una inversión cercana a los 400 millones de euros. Iba a tener un puerto deportivo, la reforma del pesquero y hasta un hotel de lujo. Se articulaba a través de un consorcio del jeque casi extinto llamado NAS Marbella , también en el punto de mira del juzgado. La compañía fue creada para la reforma de este enclave portuario con un 97 por ciento del capital en manos de Al-Thani y un tres por ciento participado por el Ayuntamiento de Marbella. La aventura salió mal y fue el propio Consistorio el que pidió a la Junta de Andalucía que se le retirara la adjudicación. Algo que el Gobierno andaluz completó en 2017.

A estas se suman dos empresas más, que tampoco están exentas de polémicas y que son parte de otro escándalo judicial. Se trata de NAS Football y NAS Spain. Tras la temporada en Champions, para pagar la deuda, Al-Thani buscó a la cadena hotelera Blue Bay de Jamal Satli para salvar el club. Se constituyó NAS Spain, controlada por Al-Thani con el 51 por ciento del accionariado . La entrada de la cadena de hoteles era a cambio de asumir la gestión del Málaga. Blue Bay se negó a seguir con el proyecto millonario y decidió pagar sólo los gastos urgentes.

Así, Al Thani maniobró para volver a quedarse con el poder absoluto. Deshizo de forma unilateral el acuerdo con la hotelera y transfirió todas las acciones a NAS Football, en la que sólo estaba la familia Al-Thani. El año pasado, el Juzgado de Instrucción 12 de Málaga dictaminó que Blue Bay debía recuperar aquel paquete accionarial del 49 por ciento, que compró por el precio simbólico de un euro. Si se ratifica tras el recurso presentado por el árabe, con esta decisión, Blue Bay y los accionistas minoritarios sumarían más acciones que Al-Thani y podrían deponerlo, quitando al jeque lo poco que le queda aún en los bolsillos.