Las últimas precipitaciones no cambian la hoja de ruta de la Junta de Andalucía de ahorro de agua por la sequía

El consejero Ramon Fernández-Pacheco ha asegurado este martes que pese a que las reservas en los embalses han mejorado con las últimas lluvias, «no podemos bajar la guardia», eso sí, reconociendo que la situación es más complicada precisamente en las Cuencas Mediterráneas Andaluzas.

Según ha indicado, en la última semana, los pantanos andaluces han registrado más de 300 hectómetros cúbicos, lo que los sitúa este martes al 37,11% de su capacidad, «que no es mucho pero supone una mejora».

Según el consejero, en algunas zonas del Tinto-Odiel-Piedras se han registrado casi 100 hectómetros cúbicos y en las del Guadalquivir, más de 200. «En esas zonas podemos estar tranquilos pero en las Cuencas Mediterráneas Andaluzas no sólo no aumentamos en capacidad de agua embalsada sino que descendemos dos hectómetros».

Por ello, ha dicho que la Junta no puede «bajar la guardia y seguiremos diligentes con su hoja de ruta, que consiste en planificar, invertir y en ejecutar obra hidráulica para hacer de Andalucía una tierra preparada».

La Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural ha publicado este martes en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) la orden con las medidas acordadas entonces, un trámite administrativo aunque desde la citada consejería han confirmado a ABC que no hay cambios y que todo se mantiene tal y como se acordó.

En la comarca gaditana del Campo de Gibraltar, se mantiene el nivel de escasez severa. Así, en el uso urbano, persiste una dotación máxima de 200 litros por habitante y día.

En el sistema Costa del Sol Occidental, el indicador es de situación de normalidad si bien se adoptó el paso a la situación de escasez moderada. Por ello, en el uso urbano, sigue en vigor la implantación de una dotación máxima de hasta 225 litros por habitante y día, y unos volúmenes de salida del embalse para los meses de enero, febrero y marzo de 2,759, 2.523 y 2,938 hectómetros cúbicos, respectivamente. También se maximizará el uso de las aguas procedentes de la desalación y las regeneradas.

En el sistema Guadalhorce-Limonero, la situación decretada es de escasez severa y siguen las medidas de un máximo de 200 litros por habitante y día; la suspensión de la transferencia al sistema Viñuela y maximizar el uso de recursos subterráneos y fluentes del sistema de explotación para el abastecimiento urbano.

En cuanto al sistema Viñuela-Axarquía, se mantiene la situación de escasez grave por lo que sigue vigente la modificación las medidas adoptadas en su día y una dotación máxima de 200 litros por habitante y día. El caudal de abastecimiento procederá de los recursos subterráneos del río Chíllar y del embalse de La Viñuela; se mantiene la suspensión de la transferencia al sistema Viñuela procedente del sistema Guadalhorce-Limonero; y se maximizará el uso de los recursos subterráneos y fluyentes del Sistema de Explotación para el abastecimiento urbano, manteniendo así el empleo de los pozos del Chíllar.

En los sistemas Béznar-Rules y Benínar se constata la situación de normalidad, por lo que no se adoptaron restricciones.

Por el contrario, en el sistema Cuevas del Almanzora se mantiene la situación de escasez grave y las restricciones de una dotación de 200 litros por habitante y día.

Por último, según publica el BOJA, en las zonas sin regulación se constata el paso de la situación de excepcional sequía con escasez severa a escasez moderada en el sistema de la Cordillera Penibética entre las cuencas del Guadiaro y Guadalhorce así como en la Cabecera del Guadalhorce, por lo que, en el uso urbano, los volúmenes suministrados en depósitos de cabecera municipal o toma de red colectiva no podrán superar la dotación de 235 litros por habitante y día.

Se constata también el mantenimiento de la situación de escasez severa en el sistema de la Cuenca Baja del río Guadalhorce y se mantiene por tanto una restricción de 200 litros por habitante y día.

El sistema Cuenca del río Guadiaro sigue en situación de prealerta o escasez moderada a normalidad.