Juan y Medio alucina con la anécdota de un hombre: «¿88 minutos sin parar?»
Uno de los invitados de 'La tarde, aquí y ahora' ha dejado sin palabras a todo el público con esta curiosa costumbre de su pueblo
Un hombre de 86 años va al programa de Juan y Medio a buscar novia y deja a todos sorprendidos: «Hago siete kilómetros todos los días»

No todos los días se escucha una historia que combina religión, tradición y un toque de surrealismo rural. Pero eso fue precisamente lo que ocurrió en el programa «La Tarde Aquí y Ahora», presentado por Juan y Medio, cuando un simpático invitado compartió una costumbre de su pueblo que dejó a todos entre asombrados y divertidos.
Todo comenzó con una conversación aparentemente trivial sobre las campanadas de las iglesias en los pueblos, hasta que este entrañable señor decidió compartir una anécdota que dejó a todos boquiabiertos.
«A las siete y media suenan las tres campanadas de las medias», explicó el hombre con total naturalidad. Juan y Medio, extrañado, no tardó en intervenir: «¿Pero por qué tres? Deberían ser dos en las medias.» La respuesta fue tan sencilla como desconcertante: «Pues allí son tres.»
@latarde_rtva #campanas #pueblo #iglesia #juanymedio @Eva Ruiz @Canalsur @canalsurmas ♬ sonido original - LATARDE_RTVA
Pero la verdadera perla llegó cuando el presentador, curioso como siempre, preguntó sobre lo que ocurrió cuando murió el Papa. Y ahí el relato tomó un giro extraordinario:
«Cuando murió el Papa, el cura estuvo 88 minutos tocando las campanas, uno por cada año que tenía», explicó el vecino. La cifra provocó una reacción inmediata en Juan: «¿88 minutos? Pero podrían ser 88 campanadas, ¡¿pero 88 minutos seguidos?!»
El señor, imperturbable, confirmó que así fue, y añadió: «Pero cuando escogieron al nuevo Papa, estuvo más rato todavía, 20 minutos más.»
El asombro del plató fue evidente, y tanto el presentador como el invitado hicieron una reflexión conjunta: «¡En el Vaticano estuvieron menos!»
La escena, que rápidamente se viralizó en redes sociales, pone de manifiesto una vez más el valor de las tradiciones locales y ese folclore tan único que aún persiste en muchos rincones de España. En este caso, el sentido homenaje al Papa mediante las campanas no sólo sorprendió a los vecinos del pueblo, sino que ahora también ha dejado sin palabras a toda Andalucía.
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