Muere un niño de dos años olvidado por su padre de acogida en el interior de un coche en Linares

A las dos de la tarde cuando su mujer, de 52 años, madre también de acogida del crío, fue a recogerlo al centro infantil 'El Jardín del Príncipe', a unos 350 metros, le dijeron que no había acudido a la guardería. Las profesoras creían que estaba enfermo. La madre llamó desesperada a su marido y en ese momento se descubrió la tragedia. Al llegar al vehículo, la criatura estaba ya muerta. Varias personas que pasaban por la calle al ver el estado de la pareja alertaron al 112 y a la Policía. Un equipo sanitario se trasladó hasta el lugar y trató de reanimar al pequeño, sin éxito. Se le trasladó al hospital San Agustín, muy próximo, pero solo se pudo certificar su muerte. La conmoción de los padres se extendió a los sanitarios y a los policías locales y nacionales que intervinieron. Nadie daba crédito.

Y nadie pudo hacer nada para evitar la tragedia porque el coche tenía los cristales tintados y desde fuera no se podía ver al pequeño encerrado y solo en el automóvil. A pesar de que se trata de una vía muy transitada, este hecho impidió una posible reacción. Tampoco avisó el padre por whatsapp a las monitoras de la guardería, como solía hacer, para que se hicieran cargo del menor. De modo que nadie le echó en falta. No se sabe por qué, hoy, lo llevó a la guardería pero no escribió a las monitoras de la guardería, llevándose nuevamente al menor consigo, dejándolo en el coche, sin percatarse de que el niño estaba con él.

A raíz del suceso se activó el protocolo judicial y la Policía Nacional se ha hizo cargo de la investigación. Tras la declaración del progenitor en la comisaría de Linares, se decidió su detención por un posible homicidio imprudente.

La pareja ya tenía experiencia en acogida cuando les entregaron al niño hace poco más de un mes, según las fuentes consultadas. Tienen otra niña mayor también en régimen de acogida que según estas fuentes sería hermana del pequeño.

El niño fallecido era natural de Andújar, una población situada a 45 kilómetros de Linares, y estaba a cargo de la Consejería de Inclusión Social, Familias e Igualdad de la Junta de Andalucía hasta que se le buscó a su nueva familia, hoy devastada por esta tragedia.