SOS de los sanitarios de la cárcel de Huelva: «Vamos cayendo a cuenta gotas, enfermería es un caos»

Tres meses después de que seis sanitarios de la marcrocárcel de Huelva fueran envenenados con metadona , introducida supuestamente en el desayuno por una compañera ( una enfermera con al menos 15 años de trabajo en el centro que fue detenida por la Policía Nacional ), uno de los trabajadores de Enfermería relata a ABC el que califica como « suceso único en la historia de prisiones» y lanza una llamada de socorro ante la situación en la que se encuentran los sanitarios.

A las bajas de los trabajadores afectados por el envenenamiento (seis) se han ido sumando otras en los meses posteriores, hasta llegar a una situación de «colapso». En estos momentos, la atención médica de los 1.200 reclusos que cumplen condena en el penal onubense, está en manos de tres médicos , cuatro enfermeros y tres auxiliares .

«A esto ni te enseñan, ni estás preparado, –admite. Son compañeros desde hace mucho, son amigos, padres de familia , gente buena que ha elegido el ser sanitario en una prisión. Entre lágrimas, gritos y nervios, se actuó cómo mejor se supo y pudo, recuerda ahora. A pesar de la situación de máximo nerviosismo , se logró controlar, salieron todos en ambulancias hacia el servicio de urgencias del hospital mientras en la Enfermería se hizo el silencio».

Hasta la detención de la compañera el pasado diciembre, por presuntos delitos de lesiones y contra la salud pública , el miedo se instaló en esta área del penal. «Sí –confirma-, tenemos miedo a que se pueda repetir la situación, a ser el próximo envenenado, a decir adiós a la familia al hacer una guardia y no volver a casa …Pero hemos seguido trabajando, que es lo que debemos hacer aunque el silencio y el desaliento se haya apoderado de la enfermería»

Los sanitarios que han permanecido activos tras el envenenamiento han tenido que asumir el trabajo de los que faltan, de modo que, según concreta, se ha llegado a multiplicar por tres las guardias, y se han reajustado las actividades dirigidas a los internos como los repartos de medicación , programas y asistencias en módulos.

«Todo se redirige a Enfermería, trayendo a todos los internos para todo tipo de intervención, todo es nuevo y es un caos … pero somos profesionales y entre todos intentamos dar lo mejor de nosotros».

A pesar de la situación, los trabajadores han solicitado a la Administración que se tomen medidas para evitar que se repitan casos similares y las respuestas, ha manifestado, «han sido falsas promesas o medidas insuficientes . Los nervios siguen mermando la salud de los pocos que quedan trabajando, no hay que fijarse mucho para percatarse de ello… vamos cayendo a cuenta gotas».

« La vida de nuestros compañeros ha peligrado en el desempeño de su trabajo, y los pocos que quedamos trabajando lo hacemos incondicionalmente, haciendo lo que sabemos, pero necesitamos ser escuchados. Es la peor situación tanto profesional como personal que hemos vivido. Seguimos sintiendo miedo, pero ahora también cansancio y desconsuelo»

A consecuencia de la sobrecarga y la presión , los trabajadores sanitarios temen «no poder estar a la altura, tomar malas decisiones o incurrir en malas praxis. Los errores en nuestra profesión se pagan caros, tenemos la salud de las personas en nuestras manos no podemos permitirnos el fallar, mucho menos en urgencias vitales que, debido al caos organizativo y falta de personal son cada vez mayores».