El juzgado mantiene bajo secreto las muertes en Huelva de Paqui y Enrique, pendiente de la autopsia

Mientras la búsqueda de Paqui (60 años) y Enrique (73 años) traspasaba los límites provinciales y la petición de ayuda para encontrarlos - por parte de las familias- llenaba las redes sociales, el peor de los finales vino a descubrir que la pareja, amigos que solían quedar para salir juntos, estaba más cerca de lo que podía pensar se, en la misma ciudad de Huelva, al otro lado del puente sobre el Odiel .

Las alertas saltaron en la mañana del pasado sábado, cuando un ciclista que transitaba por el puente de acceso al dique Juan Carlos I vio sobresalir del agua lo que parecía ser el techo de un vehículo hundido, en uno de los caños que salen del río.

En esa jornada, la bajamar había sido poco antes de las 10.00 horas y el lugar en la que se halló el coche es zona de paso de ciclistas y corredores, e incluso se utiliza para lanzar al agua canoas o kayak al tener una rampa hacia el agua .

De inmediato, tras la llamada del ciclista, se movilizaron todas las fuerzas de seguridad (Policía Nacional, Guardia Civil y Policía Local de Aljaraque y de la capita l), los bomberos del Ayuntamiento, y se cortó el tráfico desde el puente que lleva a la entrada del espigón.

Las peores sospechas se confirmaron poco después, cuando se identificó el coche (un Peugeot 308) en el que casi dos semanas antes, el 26 de octubre, Enrique y Paqui salieron para dar una vuelta y cenar, con la idea de volver para dormir. No regresaron.

El operativo desplegado trabajó durante horas para sacar el vehículo del agua, en una zona en la que la profundidad no pasa de los cinco metros. La nula visibilidad y las corrientes provocadas por las marea, dificultaron y demoraron el trabajo hasta que, ya anochecido, expertos del Grupo de Especialista de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil, con el apoyo de un camión pluma, y con la participación de los bomberos, consiguieron rescatar el vehículo y ponerlo en tierra firme en presencia de la familia de la desaparecida.

En el interior se encontraban los cuerpos de dos personas. Los temores que asaltaron en la mañana, cuando se supo de la localización de un vehículo hundido en aguas del río, acabaron por confirmarse: eran los cadáveres de Paqui y Enrique , a los que Huelva entera llevaba días buscando .

La Policía Nacional confirmó que aparentemente los cuerpos no presentaban signos externos de violencia . Según ha podido saber este diario, cuando se extrajo el vehículo, Paqui y Enrique se encontraban ambos en la parte trasera , sin indicios de lucha.

Los cadáveres, tras el levantamiento de los mismos en presencia del juez de Guardia, fueron trasladados al anatómico forense para que los forenses del Instituto de Medicina Legal (IML) de Huelva. El vehículo fue llevado por la Policía Local al depósito de la Policía Nacional, que se encarga de la investigación, para su análisis por el equipo de Policía Científica .

Para explicar cómo murieron Paqui y Enrique y cómo acabó el coche en el agua desde la zona que está junto a la rampa que va al agua habrá que esperar a la autopsia , que determinará además la data aproximada de la muerte, y a los informes de posibles rodadas en la calzada - no se vieron en un primer análisis- y del exterior e interior del vehículo.

El Instrucción 5 de Huelva, que se encontraba de guardia cuando las familias Romero y Fuentes denunciaron la desaparición de ambos al no saber nada de ellos desde que salieran a cenar aquel 26 de octubre, mantiene la causa bajo secreto de sumario , confirmó el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).

Los móviles de los desaparecidos estaban ya desconectados cuando sus respectivas familias comenzaron a llamarlos al día siguiente, al darse cuenta que no habían vuelto y tras confirmar que no se habían llevado nada que indicara que iban a ausentarse algunos días. Precisamente, los móviles de ambos estaban siendo investigados por la Policía Nacional para conocer los movimientos que habían seguido desde que salieron, para tratar así de cuadrar su posición, así como los posibles cambios que se hubieran podido producir en sus cuentas corrientes o tarjetas de crédito. Los fallecidos han recibido ya sepultura.