Herido un funcionario de la prisión de Huelva en un altercado con internos conflictivos

En el momento en el que los trabajadores del centro observaron esta actitud, reprendieron al interno – que fue trasladado al módulo de aislamiento-, respondiendo con ataques un grupo de reclusos, según ha informado el sindicato Acaip.

Otros presos que cumplen condena en el mismo módulo, a los que les consta un amplio historial de altercados en el centro penitenciario de Huelva, comenzaron a lanzar insultos contra los funcionarios y a alterar gravemente el orden del módulo con una actitud violenta . Al mismo tiempo, trataron según el sindicato, de que los demás internos del módulo secundaran su actitud con el fin de llevar a cabo un plante y obstaculizar la labor de control y vuelta a la normalidad.

Uno de los internos que protagonizaron el altercado, ocurrido el pasado domingo, se lanzó a agredir a un funcionario, al que lesionó en una de sus manos al intentar repeler esta agresión, necesitando atención hospitalaria.

Según Acaip, estos hechos son «un claro exponente» de lo que ha denunciado repetidamente a lo largo de los últimos años, con un elevado número de incidentes y agresiones a los trabajadores del centro, con el resultado de lesiones de diversa consideración, debido -entre otras causas- al hacinamiento y a la mala clasificación interior, «convirtiendo los módulos residenciales en verdaderas torres de babel donde se alojan internos con diferentes perfiles delictivos.

Acaip ha subrayado la situación «insostenible» en la que se encuentran las unidades desde hace bastante tiempo, con una sobreocupación de población mientras que se cuenta con una plantilla cada vez más reducida. Al menos 50 efectivos menos para realizar funciones de vigilancia entre otras, lo que advierte pone en peligro tanto la seguridad del centro como la de los trabajadores del mismo.

El sindicato ha remarcado «la imperiosa necesidad de que los funcionarios de prisiones sean considerados agentes de la autoridad , para que hechos como los descritos anteriormente no salgan tan baratos como en la actualidad». Una amenaza o una agresión contra un funcionario de prisiones tienen que tener la misma repercusión que si se ejerce contra otros servidores públicos del Estado, ha concluido.