Habla la familia del vecino decapitado en Huelva: «El mexicano le pegó hace un mes y lo tenía amenazado»

A las puertas del Palacio de Justicia onubense, donde declara el presunto autor el Instrucción 4 de Huelva, una sobrina de Cándido, Elisabeth, ha afirmado que «en la familia creemos que lo tenía amenazado . Él no manejaba dinero, el lo manejaba mi madre, y últimamente le estaba pidiendo algo más de dinero», situación que les llevó a pensar que algo le estaba ocurriendo porque no era lo habitual.

Abatida, la joven ha asegurado que, hace dos o tres semanas, «llamó llorando a su madre y hermana de la víctima, jurándole que no estoy en nada metido, te lo prometo, y mi madre decía que lo vio muy triste ».

Después del crimen, ha añadido, «nos hemos enterado que le pegó hace un mes , tampoco él quiso decir nada. Mi tío era un hombre muy miedica, le daba miedo de todo. No sé si por miedo ha intentado estar bien con él para que no le pasara nada y al final…».

Elisabeth vio a su tío por última vez el pasado martes, cuatro días antes del perder la vida a manos presuntamente de Jesús, cuando fue a llevarle comida. Su madre habló por teléfono el jueves.

Pertenecía a una familia numerosa, de ocho hermanos, y él se quedó en la casa de Teniente de Navío José Estrada Cepeda , al ser soltero. Había tenido problemas de adicción y se sometía a tratamiento, mientras que sus hermanos trataban de ocuparse de él, especialmente la madre de Elisabeth, que hablaba prácticamente a diario con Cándido, según la joven.

La sobrina ha definido a la víctima como «una muy buena persona, querida en el barrio por los vecinos. Nunca tenía una mala palabra ni se ha metido con nadie y ayudaba a todo el mundo».

El pasado sábado, cuando se conoció la noticia de que Jesús había dejado una cabeza en el contenedor, Elisabeth lo llamó varias veces por teléfono y el dispositivo estaba apagado, por lo que se trasladó a su casa y confirmó que su tío había sido asesinado. La familia está «destrozada» .

Jesús «el mexicano» fue detenido en la noche del pasado sábado en su propio domicilio, donde se había ocultado tras dejar la cabeza de la víctima en un contenedor de la Avenida Pío XII de Huelva.

En la jornada de hoy ha siso trasladado desde la Comisaría de la Policía Nacional al Palacio de Justicia para prestar declaración ante el instructor. Ha entrado en la sede judicial, custodiado por los agentes y agachado para ocultar el rostro.