Fracasa la reunión Junta-Criadores para celebrar la Saca de las Yeguas

La Junta propone de hecho la reubicación de las 110 cabezas de ganado expulsadas de la Marisma Gallega de Hinojos como consecuencia de una ordenanza aprobada por el Consistorio de esa localidad, pero los yegüerizos almonteños están convencidos de que el Ayuntamiento hinojero continuará desalojando cabezas de ganado de su territorio en los próximos años , a medida que aumente la demanda de plazas por parte de los ganaderos locales. Ante esta situación, la asociación almonteña exige una solución definitiva a su problemática, que pasaría por habilitar un espacio propio para las 400 cabezas de ganado que hoy por hoy pastan en la finca propiedad de la localidad vecina. El Ayuntamiento de Almonte, también presente en el encuentro secundó la postura de los yegüerizos.

Sin embargo, los técnicos asistentes a la reunión del miércoles – al encuentro acudieron Juan Pedro Castellano, director del Espacio Natural de Doñana; Rafael Cadenas, coordinador de la Dirección General del Medio Natural y Espacios Protegidos de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio; Isidro Medina, concejal de ganadería del Ayuntamiento de Almonte, así como varios representantes de la Asociación Nacional de Criadores de Ganado Marismeño con su presidente, Gregorio Maraver, a la cabeza -, consideran que poner en marcha las medidas que piden los ganaderos supondría un quebranto de la legalidad vigente , toda vez que el Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Nacional (PRUG) prohíbe ampliar el número de équidos que pastan en sus fincas. De hecho, las fincas habilitadas por el PRUG para el pasto de estos animales ya se encuentran al límite de su capacidad, por lo que resulta imposible alojar en ellas más ejemplares.

Así las cosas, y dado que a nivel técnico no se ha logrado dotar de soluciones a la problemática ganadera, la suspensión de la tradicional Saca de las Yeguas -decidida en asamblea extraordinaria de la Asociación Nacional de Criadores de Ganado Marismeño de Almonte la pasada semana-, sigue vigente a expensas de una próxima reunión de carácter político donde se exploraran nuevas vías de encuentro. Un cónclave que supone la última esperanza para que una tradición que cuenta con más de cinco siglos de historia no se vea interrumpida, a pesar de que los plazos de negociación – el evento debería celebrarse el 26 de junio -, cada vez dejan menos margen de maniobra .