Incendio de Almonaster: Huelva se levanta de las cenizas bajo la amenaza del fuego

«Es una visión impactante, resulta muy doloroso ». Felisa Gómez , vecina de la primera aldea que fue evacuada cuando se desató el incendio que mantiene en guardia a la provincia Huelva vuelve a casa después de cinco días, como el resto de sus vecinos. «Lo más importante es que todos los que nos fuimos, hemos regresado, nadie se ha quedado en el camino».

Felisa y los suyos se mantienen en alerta , como en el resto de las poblaciones que durante cinco días vieron avanzar el fuego hasta que el dispositivo del Plan Infoca y los efectivos desplegados de la Unidad Miliar de Emergencias ( UME ), con el apoyo de bomberos del Consorcio Provincial , consiguieron estabilizarlo cuando el perímetro superaba las 18.000 hectáreas . La superficie quemada hasta el momento (pendiente de que el fuego pueda ser extinguido), alcanza las 12.000 hectáreas , según los datos oficiales.

La primera noche en casa (la madrugada del martes) para los vecinos de Cueva de la Mora, Monteblanco y Mina Concepción (Almonaster), El Pozuelo, El Buitrón y El Villar ( Zalamea ), Traslasierra ( El Campillo ), Sotiel Coronada ( Calañas ), la Zarza-Perrunal y los Pinos, La Florida y Puerto Blanco ( Valverde del Camino ) fue de mayor logro para los efecticos contraincendios en su objetivo de doblegar el fuego. Las condiciones climatológicas colaboraron.

Sin embargo, el viento volvió a reaparecer y a hacerse notar en la tarde de ayer y, como había advertido el Infoca, se reactivaron algunos puntos. Precisamente, el director del Centro Operativo Regional (COR) del servicio andaluz de extinción de incendios forestales, Juan Sánche z, avisó hace dos días de que, dadas las dimensiones del fuego, aparecerían focos secundarios y columnas de humo durante varios días en la zona afectada.

«Hay que ir liquidando los puntos calientes que vayan apareciendo para evitar que se convierta en un flanco», explicaron fuentes del servicio del Infoca.

Los medios destinados a combatir las llamas, desde el norte del incendio hasta el flanco sur, se incrementaron precisamente tras aparecer algunas reproducciones, visibles en El Buitrón y La Zarza .

Así, tras el refuerzo , se encontraban ayer para combatir el fuego 70 bomberos forestales, cinco helicópteros, dos aviones de carga en tierra, un avión de coordinación, tres técnicos de Operaciones, dos técnicos de extinción, tres agentes de Medio Ambiente, ocho vehículos autobombas, cuatro máquinas, una Unidad Móvil de Meteorología y Transmisiones y una Unidad Médica de Incendios Forestales.

Sin perder de vista la evolución del incendio, que continúa sin estar controlado tras seis días de actividad , los municipios que han visto pasar la lengua de fuego, comienzan a organizarse y, de momento, han formado un grupo de trabajo para canalizar las propuestas y organizar la ronda de contactos que vayan a iniciar con las administraciones central y autonómica.

«Después de lo pasado es como si estuviéramos despertándonos… de la noche a la mañana ha desaparecido nuestro verde, es una imagen desoladora y la impotencia es mucha». El alcalde del municipio en el que se inició el incendio, Almonaster, Jacinto Vázquez , concretó que la semana próxima se desarrollará una primera reunión para hacer balance de daños y remarca que «hay que pensar que el fuego sigue vivo».

El alcalde va de aldea en aldea para conocer el estado de los vecinos y la situación en cada punto. «Prácticamente no ha afectado a viviendas pero las consecuencias medioambientales son bastante grandes», adelanta. De hecho, Almonaster es uno de los pueblos más tocados por el fuego y calcula que entre 6.000 y 7.000 hectáreas están afectadas por el paso de las llamas.

El Ayuntamiento de Almonaster va a abrir una oficina para tramitar las ayudas a la población damnificada y ya baraja, afirmó el regidor, que se pida la declaración de zona catastrófica .

Por otra parte, la organización Asaja-Huelva va a realizar un informe en los próximos días para determinar las pérdidas del incendio, que ha afectado a la fauna silvestre y cinegética, a la ganadería y explotaciones forestales «de gran valor económico e impacto social».