La crisis en el PP de Granada acaba en denuncias por el «robo» de muebles

Se trata, al menos, de un sofá, una mesa y un conjunto de sillas que el PP tenía en su sede de Monachil. Los muebles, adquiridos todos con el presupuesto del partido, llevaban dos años depositados en el trastero de un afiliado , que les «hizo el favor» de guardarlos. Allí estuvieron hasta hace unos días, cuando el presidente del partido y alcalde de Monachil, Félix Rodríguez, le pidió la llave del local al citado militante y procedió al traslado de los enseres con la colaboración de Cristina Marín, su pareja y militante.

«Se han prestado, se han ubicado allí, están perfectamente custodiados y volverán a su sitio cuando pasarán unos meses» , ha asegurado a ABC el concejal de Granada Juan García Montero, quien tilda de «ridícula» esta información: «Con todos los problemas que hay en la vida... Si realmente tiene trascendencia, significa que hace falta de verdad un cambio en el partido».

La cúpula, que no las bases, del PP de Monachil «está volcada», han señalado miembros del partido, con la facción díscola y el traslado de los muebles se corresponde con el apoyo que están ofreciendo a la candidatura de Juan García Montero. Militantes del PP en Monachil han manifestado a este periódico su profunda indignación por estos hechos : «Se creen que Monachil es suyo». Por ello, los afiliados están decididos a emprender una campaña de recogida de firmas con el fin de que les sean devueltos los muebles trasladados. Fuentes internas califican el hecho de «robo» y han asegurado que no descartan presentar una denuncia formal en sede policial.

La guerra de los muebles

El de los muebles es el último capítulo de la batalla que libran desde hace años las dos grandes familias del PP granadino . A un lado, los acólitos del actual presidente provincial, Sebastián Pérez; de otra parte, los fieles al defenestrado José Torres Hurtado, exalcalde de la capital. El estallido de la Operación Nazarí –la investigación de una trama de corrupción urbanística en el Ayuntamiento de Granada, según la UDEF– precipitó la marcha de Torres Hurtado del PP después de haber salido de su casa entre cartones y policías tras uno de tantos registros que se produjeron en la capital aquella mañana de abril del pasado año.

Torres Hurtado se vio obligado entonces a abandonar la Alcaldía, que pasó a manos del PSOE gracias al apoyo de Ciudadanos. Sin embargo, una parte de la militancia está convencida de la inocencia tanto del exregidor como de su concejal de Urbanismo, Isabel Nieto. Ambos están bajo sospecha por la presunta comisión de 18 delitos que suman entre los dos.

La división que padece el partido en su fuero interno se ha manifestado también en su grupo municipal. El ejemplo más claro fue lo sucedido en el último pleno del Ayuntamiento de Granada en 2016. Era una cita importante por dos motivos: se iba a debatir la personación del Consistorio como acusación en el caso Nazarí y las ordenanzas fiscales, que fueron aprobadas por sorpresa gracias la ausencia de los ediles Juan García Montero y Fernando Egea . El primero se excusó por enfermedad mientras el segundo esgrimió motivos éticos. Además, otros dos –Francisco Ledesma y Telesfora Ruiz– se levantaron de su asiento en el momento de votar el asunto del caso Nazarí . La directiva autonómica del PP baraja tomar medidas por estos hechos.