Los populares, por su parte, lograron nueve votos: cinco entre sus filas -obtuvo seis concejales en los comicios de 2023- dos del grupo municipal de Vox y otros tantos de la formación local Quiero Maracena. Todo ello, en una sesión plenaria tan bronca como se preveía.
Ni Porcel ni Pérez se quedaron cortos. El primero acusó a los populares de haber «desmantelado» servicios públicos como la ayuda a domicilio y también de desacreditar a sus trabajadoras llamándolas «palmeras». Asimismo, le acusó del conflicto de la Policía Local, que desde hace meses no atiende las emergencias relacionadas con la violencia machista y las deriva a la Guardia Civil.
«Están orgullosos de haber despedido a cien trabajadores con contrato en vigor, pero eso no va a volver a suceder en Maracena, donde no vamos a volver a las tinieblas ni al rencor», ha anunciado el alcaldable socialista, que ha agradecido expresamente a Amabel Avarde, la edil de Conecta Maracena que apoyó inicialmente el proyecto popular, que haya cambiado de rumbo y haya sido «valiente pese a las amenazas y los insultos que ha recibido».
Julio Pérez ha negado los despidos -incluso apeló a la secretaria municipal a que lo confirmara, aunque la presidenta de la sesión le impidió hablar- y ha enfatizado que le apean de la alcaldía «con mentiras».
Dirigiéndose a la representante de Maracena Conecta, le ha dicho que va a permitir que sea alcalde «alguien del partido que ha puesto en la ruina a Maracena y la ha dejado con una de las deudas más grandes del Área Metropolitana«. Una deuda que, ha afirmado, el PP logró reducir en un millón en sólo nueve meses.
«Mejor que ustedes de aquí a Lima»
«Lo hemos hecho mejor que vosotros de aquí a Lima, pero vosotros os movéis mejor en el fango«, ha añadido, en clara referencia al PSOE. Irónicamente o no, ha deseado a los que llegan »buena suerte«, ha subrayado que él y sus concejales leales se van »con la cabeza muy alta« y ha dejado en el aire un anuncio: »Volveré«.
Se esperaba también la intervención de Amabel Avarde, que dijo que apoyar al PP en su momento le resultó «difícil» pero lo hico «para ayudar a Maracena». Sin embargo, se desanimó pronto. «Justo cuando vi que sólo tenían interés en repartirse los despachos, que entorpecieron la labor de mi concejalía y mis competencias, que desautorizaban mis decisiones y que el alcalde sólo aparecía conmigo para hacerse una foto y encima luego criticaba mi actuación«.
«La elaboración de los presupuestos municipales también fue un disparate, no es posible trabajar así«, ha subrayado, para añadir que no ha habido ningún aliciente para que haya cambiado de postural. »Ni me ofrecieron nada entonces, ni nadie lo ha hecho ahora«.
Quien no intervino fue Soledad Carmona. Lo intentó y la presidencia de la sesión parecía por la labor de concederle ese deseo, pero Julio Pérez protestó diciendo que era una concejal del grupo de no adscrito y no tenía derecho a hacerlo en una moción de censura. Le dieron la razón.
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