Según han especificado fuentes judiciales, inicialmente se le atribuye la comisión de tres delitos: uno de daños agravados, otro de odio y uno más contra los sentimientos religiosos. La causa la llevará el mencionado juzgado motrileño porque es el que se encontraba de guardia cuando ocurrieron los hechos.
Los hechos ocurrieron poco después de las dos de la tarde. El individuo fue visto por varios testigos en actitud «violenta» en el interior del templo de Santiago Apóstol. Varios vecinos que avisaron al servicio de emergencia 112 así lo atestiguaron. Evidenciaba signos de que no se encontraba bien, «estaba fuera de sí».
Era, según se supo tras su detención, un joven marroquí de 21 años que llevaba poco tiempo en el pueblo y que sufre algún tipo de transtorno mental. Rompió con un martillo una vidriera, destrozó varios objetos y le prendió fuego a unas imágenes religiosas. Los bomberos intervinieron y el fuego quedó sofocado en torno a las cinco de la tarde.
El incidente provocó la repulsa unánime, tanto en el pueblo como entre las instituciones. La Subdelegación del Gobierno, el Ayuntamiento de Albuñol y el Arzobispado de Granada -el arzobispo, José María Gil Tamayo, acudió al pueblo- lo condenaron de manera tajante y coincidieron en apelar a la convivencia y el respeto como pilares fundamentales que no hay que poner en riesgo.
«No se puede criminalizar a todo un colectivo por la acción de una persona», precisó entonces la alcaldesa de Albuñol, María José Sánchez, para dejar muy claro que aunque los daños fueron de consideración, se trató de un hecho aislado que no debe alterar la vida cotidiana.
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete