Los niños protagonizan el encendido oficial navideño en Granada, en el que sólo falta el frío

Al acto sólo le ha faltado frío, el frío propio de estas fechas. No es que el muy numeroso público estuviera en mangas de camisa, pero tampoco hacían falta abrigos voluminosos. Por lo demás, el acto, organizado por el ayuntamiento y la televisión pública local, TG7, ha sido brillante. Empezó tarde por un problema técnico, pero, en estas situaciones, los errores son fácilmente perdonables.

Antes del encendido ha actuado el coro Carpa Diem, que ha interpretado villancicos heterodoxos. O dicho de otra manera, canciones que en realidad pertenecen al espectro de la música pop –U2, Coldplay, la ya inevitable Mariah Carey…- pero la formación ha adaptado al ritmo navideño por excelencia. El resultado es curioso y agradable. Que el compás lo marque una guitarra eléctrica en vez de una pandereta es una novedad que llama la atención.

A las siete y cuatro de la tarde la alcaldesa, Marifrán Carazo, auxiliada (es un decir, porque falta no hacía) por compañeros de corporación y también por niños, ha apretado el botón, en el mejor sentido de la expresión, y el cielo se ha iluminado. En la Plaza del Carmen y en otros muchísimos lugares de la ciudad, sobre todo en el centro pero también en barriadas. Desde ese momento y hasta el 6 de enero, 2,4 millones de bombillas convertirán a Granada en un espectáculo visual. Bombillas LED, por cierto, de bajo consumo.

También esta tarde se ha hecho la primera proyección del cuento de navidad Adda en la fachada del edificio Zaida, junto a la Fuente de las Batallas. Durante estas fechas, se podrá ver cuatro veces al día, a las 19,00, 20.00, 21.00 y 22.00 horas. Es el segundo año consecutivo en el que se recurre al llamado vídeo mapping, una novedosa técnica que utiliza la animación en 3D y que en esta ocasión plantea una trama en la que unos niños buscan a un rey mago en sitios tan granadinos como Sierra Nevada o la Alhambra.