«Mi mujer temía represalias; el secuestro estaba preparado»

Según explicó el marido, que se levantó en mitad del pleno ante «el rumbo que había cogido el debate», relató el estado en el que se encuentra todavía su mujer tras un secuestro por parte de la pareja de la propia alcaldesa y que la mantuvo durante más de dos horas en el maletero de su propio coche, atada de pies y manos, y temiendo por su vida.

Romero se encuentra, desde que pudo huir de aquel garaje hace ahora una semana, «en tratamiento psicológico» y «no quiere ni salir a la calle». No ha habido, insistió su marido, ningún tipo de contacto con la alcaldesa, la socialista Berta Linares, ni con su entorno, añadiendo que no se pretende hacerlo hasta que no se sepa «cómo ha sido todo» y «si hay alguien más implicado». «Ella ni quiere ni puede hablar, hablará en su momento», aseguró.

Romero sostuvo en su denuncia ante la Guardia Civil que el móvil de su secuestro fue político. En concreto, reveló que existía una presunta trama de corrupción en el municipio por parte del gobierno socialista en el pueblo que ella podía destapar. La edil, que ostentó cargos de alta responsabilidad en este mandato como concejal de Urbanismo y Presidencia antes de ser apartada por la actual alcaldesa a una concejalía menor como Agenda 2030, tenía documentos que lo probarían al respecto. Según ha podido saber este periódico por fuentes cercanas al caso, llevaba meses asesorándose para ver cómo proceder. A tenor de esto, según ha explicado el marido, su mujer tenía miedo a «represalias», aunque, por su parte, evitó en su declaración de ayer profundizar en la hipótesis de esa supuesta trama.

A lo largo del pleno todos los grupos políticos de la oposición denunciaron el «intento de cambiar el relato» por parte del gobierno municipal, poniendo al mismo nivel a la secuestrada, la edil, y a la pareja del secuestrador, la alcaldesa, que comentó «estar pasando los momentos más difíciles de su vida». Sobre esto también se pronunció el marido de Romero. «La víctima es Vanessa. La que estaba en el maletero del coche y la iban a matar era mi mujer», insistió.

El pleno extraordinario, por lo demás, recogió, sobre todo, las peticiones de dimisión a la regidora del municipio, ya fueran de forma directa o insinuada. Además de la escenificación de las cuitas internas del municipio, las denuncias por enchufismo desde la oposición y las dudas sobre algunos expedientes urbanísticos, salió a la luz, a preguntas del Partido Popular, el empadronamiento del secuestrador en Maracena, demostrado a pesar de no residir en la localidad y de que la alcaldesa negara en un primer momento que residiera con su entonces pareja.

Sobre las acusaciones de corrupción y la intervención de la Guardia Civil a cuatro áreas del Ayuntamiento (Urbanismo, Contratación, Intervención y Secretaría), la alcaldesa volvió a defender «la gestión intachable» del PSOE en sus más de tres lustros al frente del gobierno municipal.

Linares también fue preguntada por la conversación que tuvo con su pareja sentimental el día antes del secuestro, a lo que no respondió. Según explicó el marido de la concejal, Romero escuchó «dos llamadas» y el murmullo de su secuestrador, aunque sin reconocer explícitamente con quién estaba hablando.