El 'Gran Hermano' de las cuentas públicas en Andalucía llega a los 35 años en plena forma

Ha fiscalizado la gestión económica, financiera y contable de la Junta de Andalucía, sus numerosos organismos y empresas públicas como la gestión de las ayudas de la malograda fundación Faffe, pero también ayuntamientos como la Marbella del fallecido Jesús Gil, sociedades municipales como Tussam (los autobuses urbanos de Sevilla) o las universidades públicas. Allí donde hubiera un euro público en juego, los equipos de auditores y técnicos de este Tribunal de Cuentas a escala regional han elaborado informes para averiguar si estaba bien empleado. 

No siempre le acompañaron los reflejos para diseccionar zonas oscuras de la Administración en las que se estaban produciendo irregularidades. A toro pasado, en el año 2012, cuando el escándalo de los ERE había estallado, el Gobierno andaluz de José Antonio Griñán le encargó examinar el programa presupuestario 31L, el denominado 'fondo de reptiles'. En cambio, sí detectó graves anomalías en el funcionamiento de la empresa de capital riesgo de la Junta, Invercaria, que dieron pie a una investigación penal que aún no ha terminado.

En sus 35 años de vida, la Cámara de Cuentas ha conocido tres sedes y cinco presidentes distintos. Los comienzos no fueron fáciles. En mayo de 1989, con la autonomía andaluza dando sus primeros pasos, ocupó unas oficinas arrendadas en el número 27 de la calle Espinosa y Cárcel de Sevilla, donde se ocupó de preparar su plantilla de personal (se crearon 75 puestos) y el reglamento de funcionamiento interno. Su primer trabajo fue analizar la cuenta general de la Administración autonómica del año 1989. En 1994 se trasladó a la avenida de Ramón y Cajal de Sevilla, donde permaneció hasta 2003, cuando se mudó a la actual sede del Parlamento.

El mandato de su primer presidente fue de los más breves que se recuerdan en una institución andaluza. El 30 de marzo de 1989 tomó posesión de su cargo Guillermo Sierra, elegido por el Parlamento andaluz a propuesta del PSOE. Su propio partido forzó su dimisión cinco días después al conocerse a través de un medio de comunicación que había estado tres años sin presentar la declaración de la renta, razón por la que estaba siendo inspeccionado por Hacienda.

A Sierra lo sucedieron tres presidentes que había ocupado cargos con el PSOE: José Cabrera, Rafael Navas y Antonio López. En marzo de 2021, fue elegida Carmen Núñez, que entró en la Cámara como consejera a propuesta de Ciudadanos en el año 2019. Licenciada en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Sevilla, había sido decana de la misma Facultad, hizo historia al convertirse en la primera mujer que preside esta institución.

Carmen Núñez destaca que «en los últimos años asistimos a una profunda transformación en el funcionamiento y gestión de las administraciones públicas». Este cambio, en medio de un escenario de incertidumbre, «constituye un gran desafío para las instituciones fiscalizadoras, ya que en este contexto las funciones de control ganan relevancia», señala. Hoy, la Cámara de Cuentas celebra su 'fiesta' de cumpleaños en un acto en el Real Alcázar de Sevilla que preside el presidente del Parlamento, Jesús Aguirre.