El gasto turístico internacional del último noviembre duplicó el registrado en 2019 en Andalucía

Es la cuarta mejor subida de la serie anual -tras la de marzo, que llegó al 47,60%, febrero y enero-, siempre en comparación con los mismos meses de 2023, y da buena cuenta de los resultados de la estrategia de desestacionalización puesta en marcha por la Consejería de Turismo y Andalucía Exterior con acciones notorias como los spots de Andalusian Crush.

A falta de un mes para concluyera el año los turistas ya habían desembolsado un acumulado de 17.490,46 millones de euros, lo que supone un 21,19 por ciento más del recuento efectuado la temporada anterior, según los datos recogidos en la Encuesta de Gasto Turístico (Egatur).

Es sin duda un extraordinario dato, pero en este campo las comunidades más boyantes fueron la madrileña, con un alza interanual del acumulado del 21,96% y, sobre todo, la Comunidad Valenciana, con un 22,66% más. Eso sí, la cuantía recaudada fue bastante más comedida: 14.960,62 y 14.326,87 millones.

Otro gran dato que arrojó noviembre fue el relativo al gasto medio por persona, que fue de 1.489 euros. Es la segunda mejor cuantía nacional, solo superada por los 1.523 euros consignados en Canarias, y la que ha vivido una subida más importante, del 15,75%. Se contrapone especialmente a la caída del 0,81% registrada en Cataluña, otro de los polos turísticos del país.

El gasto del bolsillo foráneo en Andalucía en el tramo central del otoño resulta todavía más incontestable si se comparan los datos del mismo mes a lo largo de la última década. Si en 2015 fueron 530,29 millones de euros, el paradigmático 2019 'sólo' concentró 673,02 millones. Es decir, una vez superado el escollo de la pandemia del coronavirus, la región casi ha duplicado la entrada de dinero procedente de visitantes de fuera de España.

La inflación y los buenos datos de demanda han reconfigurado los precios por estancia, que en general se han encarecido. Sin embargo, la Egatur orienta respecto a otro fenómeno secundario: un abanico más amplio de tarifas de alojamiento, restauración y servicios. En 2015 y 2019, por seguir tomando las mismas referencias, el gasto medio por persona fue de 1.087 y 1.096 euros, respectivamente. Hay subida, sí, pero es sensiblemente más contenida que la del gasto total.

Subió además la duración media de las estancias hasta 9,33 días, algo que no ocurría desde el salto de 2019 a 2020, aunque con un gran matiz: la comprometida situación de la movilidad internacional provocó rebajas en los servicios relacionados con el turismo que poco tienen que ver con la tarificación de bonanza que se vive en estos días.