Europa también alerta de la «extrema sequía» que sufre Andalucía

Europa, por ahora, parece que refrenda esa idea de que el sur de España tiene en el calentamiento global un enemigo importante. Así lo señala al menos el Informe anual del Comité Europeo de las Regiones sobre el estado de ciudades y regiones, presentado esta semana en Bruselas en la apertura de la 'XXI Semana Europea de las Regiones y Ciudades' que se celebra hasta mañana en la capital europea.

En dicho documento, el Comité Europeo de las Regiones establece que el cambio climático afecta al continente pero «especialmente a las regiones del sur y del Mediterráneo», que están sufriendo de forma más intensa las consecuencias del calentamiento global. Además, «el aumento de las temperaturas», añade del documento «tendrá un impacto negativo sobre el turismo», sector que supone algo más del 13 por ciento de la riqueza de la comunidad, según datos de la Junta.

Frente a esta vulnerabilidad, el Gobierno de Juanma Moreno ha pedido ayuda al Ejecutivo central y a Europa. Al primero, para que apoye su petición de ser declarada zona especialmente vulnerable; a la segunda, para que conceda esa condición, decisión que podría movilizar fondos para luchar contra los efectos del cambio climático.

Esto es clave, reconoce el informe del Comité Europeo de las Regiones. En su análisis subrayan que tres de cada cuatro ciudades y regiones de la UE «padecen la falta de mecanismos de financiación específicos para hacer frente a los retos de la adaptación al cambio climático». Es el caso de Andalucía.

Así, «según una estimación de la Agencia Europea del Medio Ambiente, la UE necesita 40.000 millones de euros al año para adaptarse a un aumento de la temperatura global de hasta 1,5 grados centígrados por encima de los niveles de 1990».

¿Y si subiese dos grados o incluso más? El informe también ha planteado ese escenario y señala que, entonces, harían falta entre 120.000 y 200.000 millones de euros de euros al año. Es parte de ese dinero al que quiere tener acceso Andalucía como región vulnerable.

Una de las consecuencias más visibles del calentamiento global, señala el informe presentado esta semana, es la sequía. La falta de precipitaciones, que en Andalucía se sufre desde hace más de cinco años, provocó la constitución de un 'Comité de expertos' así como el anuncio de obras como desaladoras o canalizaciones por parte del Gobierno andaluz.

Esa carencia de lluvias está, además, en el centro del enfrentamiento desde hace dos años entre el Ejecutivo de Juanma Moreno y el de Pedro Sánchez por la gestión del Parque de Doñana. Sobre esto, la Junta exige de forma insistente al Gobierno central que termine las obras hídricas comprometidas con Andalucía.

El informe europeo también coincide con el diagnóstico del Gobierno andaluz. La sequía es grave. Tanto que «en algunas provincias afectadas, como Córdoba, los embalses de agua se han secado completamente y los residentes locales dependen exclusivamente de las entregas de camiones para el agua potable limitadas a cinco litros por persona y día», reza el documento.

El análisis del Comité Europeo de las Regiones no es ajeno, como se ha señalado, a la polémica sobre Doñana y su situación. «La extracción ilegal de agua, así como las tensiones entre la protección de la naturaleza y la agricultura alrededor de los humedales de Doñana», indica el documento, «llevaron a la prensa de toda la Unión Europea a anunciar 'próximas guerras del agua'», indica.

Esto solo irá a peor, pronostica el Comité, en zonas como Andalucía puesto que «dado que la agricultura depende en gran medida del agua, la disminución del suministro en el futuro no solo desestabilizará los sistemas alimentarios europeos, sino que también pondrá en tela de juicio la autonomía estratégica europea».

El informe del Comité Europeo de las Regiones incide también sobre otra cuestión que el Gobierno andaluz reclama hace meses al Ejecutivo de Pedro Sánchez: tener más poder de decisión en el destino de los fondos que envía la Unión Europea a los países miembros.

España puede recibir casi 70.000 millones de euros de la UE. A eso hay que sumar otros 70.000 en préstamos. Y unos 12.400 adicionales. Parte de esos fondos irán a Andalucía pero la queja desde la Junta es que no ha tenido casi capacidad para orientar dónde deben ir las inversiones. De hecho, el Gobierno andaluz ha solicitado la reorganización de dichas partidas para que lleguen a actuaciones contra la sequía, cuestión que, cree el Ejecutivo de Juanma Moreno, no se ha tenido en cuenta.

La opinión de Andalucía, confirma el informe del Comité Europeo de las Regiones, no es aislada. De hecho la inmensa mayoría de los políticos locales y regionales inciden en los mismo. «Un 94 por ciento» de los responsables de gobiernos municipales y regionales, indica el documento, «respondieron a la encuesta dicen que los fondos NextGenerationEU han beneficiado a su comunidad». Además, casi la mitad, el 49 por ciento, «ha participado en su implementación». Visto de otro modo: más de la mitad de quienes gestionan el territorio no tienen poder de decisión sobre dónde va la inversión de la Unión Europea, una de las más altas de las últimas décadas y que puede ser decisiva para ciertos territorios como Andalucía, amenazados, como se ha visto, por el cambio climático.

Según destaca el informe que presentó ayer por Vasco Cordeiro, presidente de Comité Europeo de las Regiones, Andalucía sigue a la cabeza del desempleo de la UE. No es la única región española que lidera esta estadística. La acompañan, de hecho con peores cifras, Ceuta (28,4 por ciento de paro registrado en la ciudad autónoma) y Melilla (21,6 por ciento).

España, de hecho, tiene junto a Grecia el dudoso honor de haber metido a todas sus regiones en el grupo de zonas donde se supera la media de paro de la Unión Europea, que está en el 6,2 por ciento ahora mismo, destaca el informe. Andalucía, con un 19 por ciento de desempleo registrado, triplica esa cifra de referencia.

Esa altísima tasa de paro que detalla el documento provoca, además, que en España, como en Italia, se dé otro fenómeno igualmente negativo: un elevadísima ratio de desigualdad. «Las desigualdades regionales son muy destacadas en España, Italia y Francia, donde la diferencia entre las tasas de desempleo más altas y más bajas en 2022 fue de 19,8, 14,8 y 12,7 puntos porcentuales, respectivamente», señala el informe del Comité Europeo de las Regiones.

La presentación del informe contó con la presencia de la comisaria europea de Cohesión y Reformas, Elisa Ferreira, quien recordó como Europa no supo recuperarse de manera simétrica tras la crisis financiera de 2008, algo que se ha revertido en la crisis sanitaria gracias a los fondos de cohesión puestos en marcha. Sin embargo, las políticas de cohesión 2014-2020 han llegado a 2,4 millones de empresas, creado 350.000 nuevos empleos y han mejorado la eficiencia energética de 560.000 viviendas en la UE.