La FP dual se dispara en Andalucía: de 6.000 alumnos a más de 14.000 en cuatro años

En la FP de siempre el alumno se forma en las aulas durante los dos años que dura un módulo superior. Al final del segundo curso, el estudiante tiene unas prácticas obligatorias de tres meses que se conocen como FCT —formación en el centro de trabajo—. Pero «en esos tres meses no les da tiempo a aterrizar en el trabajo del día a día», explica David de Vega, que es docente de FP e impulsor de un programa Dual de Desarrollo de aplicaciones multiplataforma. Con este nuevo sistema el alumno trabaja en clase los dos primeros trimestres y, el resto hasta los dos años, se forma casi todo el rato en una empresa. «De esta forma las compañías forman cantera y contratan casi el cien por cien a los alumnos en prácticas. Invierten en ellos y luego quieren recuperar, claro», explica el docente.

Coincide con él Manuel Cordón, que es CEO de una empresa tecnológica sevillana, 10Code, que participa en varios programas de FP Dual. «Formamos a los alumnos porque queremos que se queden trabajando. Los amoldamos a nuestra dinámica, filosofía de trabajo, métodos... Cuando acaban las prácticas son uno más», explica. Tan contentos están que han incorporado a varios becarios a su plantilla. «Uno tiene un rol muy importante en la organización y entró con una FP Dual», detalla.

Los alumnos consiguen aprender dentro de la empresa y acabar sus estudios con experiencia laboral, uno de los grandes peajes a la hora de buscar trabajo. Las empresas consiguen empleados que conocen al dedillo cómo se trabaja y están integrados en el equipo. Un encaje perfecto. Las compañías lo saben, a tenor de los números que maneja la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional. Porque en el curso 2018/2019 había 3.282 empresas dentro del programa. Ahora son 8.284, un 152 por ciento más. El atractivo es innegable.

Señala De Vega que, debido al interés de las empresas, los alumnos pueden muchas veces elegir dónde van a ir a hacer las prácticas. Se los rifan. «Las compañías pelean por ser atractivas para los chavales. Todas pagan la cotización a la Seguridad Social durante las prácticas y muchas dan una gratificación. Hay quien tiene 20 años y ya está ganando un dinero y cotizando. Y sale con contrato», detalla.

El catálogo de títulos en los que se puede cursar un grado superior de FP Dual es enorme. Los relacionados con la Salud y la Informática tienen tasas de colocación altísimas, pero ocurre lo mismo con los del ámbito agrario, en hostelería, en mecanizado, mecatrónica... En FP Dual se puede aprender de cultivo de células, de aeronaútica, de imagen y sonido, de robótica, navegación, plantas químicas, viticultura... En total, señalan desde el departamento que dirige Patricia del Pozo, este curso se han puesto en marcha 772 proyectos, 112 más que el año pasado.

Aunque a la FP Dual suelen llegar perfiles jóvenes, De Vega cuenta que hay de todo. «Hemos encontrado personas de más de 40 años que se quedan en paro de un sector como la obra y se apunta a un grado superior de Informática y encuentran trabajo. Y señoras de más de 50 que, tras ser madres y estar diez años en la crianza, ahora vuelven a estudiar y se colocan», detalla.

El crecimiento de la FP Dual andaluz se ve en todos los parámetros que se quieran analizar. Hay este curso un 89 por ciento más de proyectos y un 63 por ciento más de centros que ofrecen estos cursos que en 2018. El aumento es especialmente notable en Almería, donde han subido un 252 por ciento los alumnos matriculados en cuatro años y un 223 por ciento las empresas interesadas. Especialmente notable es el caso de Huelva, donde han aumentado un 216 por ciento las compañías y un 170 por ciento los estudiantes.

Los chavales que llegan a la Dual, señala Manuel Cordón, son «gente muy motivada, con ganas de quedarse». Lo corrobora De Vega, quien añade que muchas empresas «han sustituido los procesos de selección de nuevo personal por la formación de los alumnos de FP Dual, contratan ahí».