Drones, cámaras y sensores para el control de embalses e inundaciones en la cuenca del Guadalquivir

Así se puso ayer de manifiesto en un Pleno de la Comisión de desembalse en el que se mantuvo un criterio de «prudencia» en el uso de los recursos hídricos y en la planificación de los cultivos aunque se afianzaron las expectativas positivas de los regantes para el presente año. Según los datos difundidos el sistema de regulación se encuentra en un estado similar a 2020 pero no hay garantía de que se pueda repetir el volumen de agua desembalsada: se estima que hay un 45% de posibilidades de que la dotación vuelva a ser de 4.000 hectómetros cúbicos.

«Seguimos prácticamente en estado de emergencia», resumió el secretario general de la Asociación de Comunidades de Regantes Andaluces, Pedro Parias tras la finalización de la reunión presidida por el presidente de la CHG, Joaquín Páez. «No queremos que las últimas lluvias que han venido muy bien para el abastecimiento generen una sensación de que el regadío ha vuelto a los niveles normales porque nada más lejos de la realidad», completó Parias.

Pero sobre la mesa del pleno de la comisión de desembalse de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir sirvió también como escenario para analizar los recursos con los que cuenta esta demarcación para controlar y vigilar la situación de los recursos, «evitar agravios» en el acceso al agua, y prevenir posibles inundaciones como las que se han producido este mes con la DANA en varios puntos de Andalucía.

En este sentido, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir comunicó la adquisición de un dron y el desarrollo de un plan de formación técnica entre los profesionales así como la reciente adquisición de nuevas cámaras instaladas para seguir los embalses y también afrontar posibles situaciones de inundaciones.

Estas dos medidas se enmarcan dentro de un plan de mejora de la gestión y mejora tecnológica del Sistema Automático de Información Hidrológica con un presupuesto de 8,2 millones de euros. En estos momentos este sistema cuenta con 439 puntos de control y 3.400 sensores repartidos por una cuenca que ocupa 57.527 kilómetros cuadrados, prácticamente la mitad del territorio andaluz. Se recogen así 8.000 señales en tiempo real de las principales variables hidrológicas.

Las reservas hidrológicas de la Confederación del Guadalquivir se encuentran en estos momentos al 35% con 2.800 hectómetros cúbicos, lo que supone un 16% más que el año pasado aunque diez puntos por debajo de la media de los últimos diez años.

En cuanto a las precipitaciones medias anuales, el valor acumulado durante el año hidrológico ha sido de 604 litros por metro cuadrado, un 8% por encima del valor medio de precipitación del mismo periodo de los 25 años anteriores.