Doñana queda excluida de la lista verde de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza

La UICN confirmó a este periódico esta situación a través de fuentes oficiales: «Doñana entró en la lista verde de la UICN durante cinco años, después de los cuales se requiere una renovación (...) Se realizó una reevaluación integral por parte de un grupo de expertos acreditados independientes y el resultado, logrado mediante consenso, indica que el sitio no cumple con el estándar de la Lista Verde de la UICN (...) Por lo tanto no se encuentra en la lista verde aunque es candidato para cumplir con los criterios del estándar y ser incluido en la lista».

Esta situación de candidata venía ya reflejada en el escrito remitido por la UICN el 30 de noviembre a la Junta de Andalucía con copia al Ministerio. En él se señala que tiene esta consideración desde agosto de 2022. Tal y como figura en la web oficial donde se incluye con la misma consideración de candidata que Sierra Nevada. No obstante, en ese mismo escrito se apunta que el proceso está abierto y en él influirán medidas como el acuerdo entre Junta y Gobierno por Doñana.

Sin embargo, esta situación no ha trascendido formalmente en los últimos años. De ahí la posición de la Junta de Andalucía que afirma no tener constancia de que se haya producido ningún cambio en cuanto a la presencia de Doñana en la lista verde desde su inclusión. Tampoco el Consejo de Participación de Doñana presidido por Miguel Delibes conocía el resultado y dijo tener «informaciones contradictorias». «Queremos ser prudentes porque no tenemos constancia y no nos parece creíble que una organización de ese prestigio haya trabajado de oídas y con base en una proposición de ley que no ha llegado ni a aprobarse y por tanto a tener ningún efecto real sobre el parque», apuntó el portavoz, Ramón Fernández-Pacheco.

El Ministerio de Transición Ecológica sí considera que el escrito remitido el 30 de noviembre por el organismo internacional supone un punto de inflexión. Por eso, la ministra Teresa ribera instó a «trabajar contra el reloj para poder recuperar la calidad de vida del ecosistema de Doñana. Y la primera medida debe ser «cumplir la legalidad vigente» y continuar con el cierre de pozos ilegales. El secretario general del PSOE-A, Juan Espadas, atribuyó la decisión de este organismo internacional a la «defensa durante dos años de un incremento de los regadíos que afectó al ecosistema y la imagen de la agricultura en la zona». «Por más propaganda que utilice, su revolución verde no existe, es puro marketing», zanjó el también portavoz del PSOE en el Senado en declaraciones en redes sociales.

En esta línea, el parlamentario Mario Jiménez ha pedido a la Junta de Andalucía que asuma «responsabilidades y presente su dimisión» por el daño que ha causado la gestión de los últimos años y la propuesta de ley de regadíos a la imagen y al prestigio. «La única forma de mostrar que el Gobierno andaluz ha entendido que ese no era el camino y que había que cambiar es que se asuman responsabilidades inmediatas», indicó el diputado.

El Coordinador de IU Andalucía, Toni Valero, criticó la «pésima gestión» de la Junta con Doñana, «la primera reserva ecológica que ha sido expulsada de la lista verde»: «Moreno ha conseguido que sea el único enclave que sale de esa lista verde por su pésima gestión». .

Otra formación política, Adelante Andalucía también reprochó al Gobierno andaluz su gestión de Doñana especialmente durante los últimos años con el debate sobre los regadíos. La responsable de Organización, Mari García, ha pedido que «no se ponga más en riesgo» el parque de Doñana, que tiene constantes amenazas«.

El portavoz de WWF en Doñana, Juanjo Camona, ha atribuido esta decisión a «un reflejo de los problemas» del espacio natural y «de las políticas que ha llevado a cabo la Junta». En declaraciones a Europa Press, Carmona ha subrayado que «lamentablemente, Doñana ha vuelto a la casilla de salida debido a que no ha pasado la evaluación de los expertos» por «no cumplir los indicadores, en especial los de gobernanza», por lo que en su opinión es «un golpe más» al espacio natural