Más de diez mil menores de Andalucía han sufrido abusos, maltratos y abandonos
Los Equipos de Tratamiento Familiar forman parte de un programa para cuidar los derechos de los menores
Piden que la Junta indemnice con 30.000 euros a un menor víctima de abuso sexual en un colegio de Jaén
PAULA RODRÍGUEZ
SEVILLA
Los primeros años de vida marcan profundamente el desarrollo de una persona. Los niños observan el comportamiento de los adultos y los imitan. Aprenden por semejanza, copian las actitudes de sus progenitores y así van forjando su carácter y personalidad. Cuidar la buena educación ... de los menores es proteger el futuro de la sociedad.
No obstante, no siempre se dan las condiciones necesarias para el buen crecimiento de los niños. El maltrato físico o psicológico, los abandonos voluntarios, la ausencia de escolarización… son solo algunos ejemplos de los llamados factores de riesgo, que hacen peligrar la salud y el bienestar de los menores.
Los Equipos de Tratamiento Familiar (ETF) surgen con el objetivo de frenar estas situaciones. Estos están formados por un grupo de profesionales de diversas disciplinas (psicología, trabajo social y educación social) que se encargan de preservar los derechos de los menores en el ámbito familiar.
Manuel Falcón, Eva Barrionuevo y Almudena Rodríguez forman parte de un ETF de Alcalá de Guadaíra. Su tarea consiste en proporcionar a las familias las habilidades o recursos necesarios para dar una correcta atención a sus hijos. El procedimiento es el siguiente: se detecta un determinado caso de desatención o sufrimiento de los niños, luego se intenta influir en las familias para que mejoren y finalmente si fuera necesario se puede derivar a niveles de intervención directa.
Actualmente en Andalucía hay 144 Equipos de Tratamiento Familiar que ayudaron a 5.756 familias en el año 2021. En otras palabras, casi once mil menores en situación de riesgo fueron atendidos por estos profesionales, que cuentan con altas tasas de éxito y suelen lograr la reunificación familiar.
Cuatro años de cárcel para un abuelo sevillano por tocamientos a su nieta a cambio de dinero
ABCLa Audiencia de Sevilla ha condenado a este hombre, que ya contaba con otra sentencia en contra, por un delito de agresión sexual sobre su nieta, que en el momento de los hechos tenía nueve años
Igualmente según un informe de la Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad se constata que ha habido un incremento de familias atendidas con respecto al año anterior. Esto se debe a que existe una mayor concienciación entre la sociedad, lo que hace que aumente el número de denuncias.
El director general de Infancia, Adolescencia y Juventud de la Consejería de Igualdad, Francisco José Mora Cobo, explica que es muy importante que las personas aprendan a identificar casos de riesgo de menores y notificarlos a las instancias apropiadas. «Es un tema social, al igual que cuando hablamos de violencia de género y a nadie se le ocurre mirar hacia otro lado cuando se da alguna situación de este tipo… cuando se da un caso de posible maltrato infantil tampoco podemos mirar hacia otro lado, ya pueda ser un profesional o una persona en la calle», argumenta el director.
«Después de todo, los maestros son los que más tiempo pasan con los niños. Ellos deben estar formados en la detección precoz de estos síntomas que pueden dar pie a un posible maltrato infantil», continúa Mora Cobo. Pero no sólo ellos; vecinos, pediatras, médicos de familia… todos deben estar atentos a estas señales y dar la voz de alarma para velar por la seguridad de los menores.
Es un asunto de responsabilidad social y de sensibilización que concierne, sobre todo, a los profesionales más cercanos al ámbito infantil. Por ejemplo, si un profesor de un colegio se da cuenta de que uno de sus alumnos de diez años tiene un comportamiento extraño, recientemente se encuentra retraído, deja de hablar con sus compañeros y no quiere quitarse la chaqueta ni cuando hace gimnasia y hace calor; el maestro debería contactar con la orientadora y esta debería tener alguna charla con el niño en cuestión.
En ocasiones, el menor llega a verbalizar que le están pegando en casa, pero incluso si esto no ocurre y los indicadores de maltrato son claros, la orientadora debe informar rápidamente a los servicios sociales siguiendo el protocolo.
Existen muchos canales de comunicación para informar sobre casos de posible maltrato infantil. El sistema más conocido es la aplicación SIMIA, que promueve la notificación de situaciones de riesgo de menores por parte de los profesionales. En el año 2021 se llegó a 9.600 denuncias mediante este método.
Igualmente, Pilar Hidalgo, responsable del servicio de prevención de la Consejería de Igualdad, explica que recientemente han añadido un servicio de teleasistencia para que los propios niños y adolescentes puedan contactar por mensaje directo con los profesionales. Su idea es lograr una mejor cobertura informativa por redes sociales para que los propios niños y niñas sepan que tienen un lugar dónde sentirse protegidos.
«En base a la escala de satisfacción general se puede decir que tenemos una infancia saludable y feliz, no obstante, es verdad que son muchos los factores de riesgo y hay muchas circunstancias de vulnerabilidad que hay que atajar de manera contundente con todos los instrumentos y mecanismos que tenemos», expone Pilar Hidalgo.
Los problemas de los menores no pueden resolverse si no existe compromiso y concienciación entre los progenitores. El objetivo último de los Equipos de Tratamiento Familiar es capacitar a los padres para que ellos sean auto suficientes y autónomos en el cuidado de los niños. Pero son muchas las ocasiones en las que los adultos no están dispuestos a asumir su parte de culpa en las confrontaciones.
En ese sentido, el problema más frecuente de menores en riesgo en Andalucía es el divorcio conflictivo. En los últimos años se han incrementado las peleas entre los adultos que utilizan al niño como un instrumento para dañar al contrario. En esos casos los Equipos de Tratamiento Familiar intervienen para tratar de solucionar las disputas internas de los padres, pero en muchas ocasiones los adultos se muestran recelosos de cambiar su opinión y adoptar medidas de cambio.
Lo peor es el efecto que este tipo de actitudes pueden provocar en el desarrollo de los menores. De hecho, los profesionales de los ETF a veces se han encontrado con casos de personas que estuvieron en las consultas de pequeñas y vuelven mayores con problemas intrafamiliares similares.
De ahí la importancia de trabajar con familias que presentan indicios de que la intervención va llegar a buen término. Es decir, los miembros deben tener una predisposición positiva para asumir los consejos que le brindan los profesionales. Después de todo, es un procedimiento adaptado a la familia que se prolonga durante varias sesiones y que suele requerir la coordinación de distintos servicios como el judicial o el sanitario. Por lo que debe haber un mínimo de conciencia para que los cambios no sean superficiales y se mantengan en el tiempo.
Otros asuntos importantes que tratan estos equipos son la salud mental, los peligros en el uso de las nuevas tecnologías o la prevención de la drogadicción. De hecho, los problemas de salud son especialmente alarmantes en Andalucía, donde ha aumentado el número de adolescentes con trastornos mentales graves.
Del mismo modo, a los expertos les preocupan los casos de violencia sexual de menores. Según un estudio del Consejo de Europa uno de cada cinco ciudadanos de la Unión Europea ha sido víctima de algún abuso en la infancia.
En la Dirección General de la Consejería de Igualdad se atienden aproximadamente a unos 1.500 niños y adolescentes víctimas de violencia sexual en Andalucía. «No son todos los que están ni están todos los que son, pero es una cifra importante y forma parte de un fenómeno que sigue emergiendo», explica Pilar Hidalgo.
Los divorcios conflictivos son la principal causa de maltrato infantil
Para abordar todos estos temas es vital tener una proyección de futuro de bienestar que atienda a las necesidades reales de los menores. «Yo siempre digo que el niño o la niña tiene que ser niño y en el momento en el que se le coarta esa condición se está vulnerando su mayor derecho», concluye el director, José Mora Cobo.
Asimismo, con el propósito de atender a las necesidades de los niños han surgido en los últimos años familias que colaboran con los centros de menores. Estas tienen un impacto creciente en Andalucía y su principal labor es pasar tiempo con los menores y acogerlos durante un tiempo para que puedan disfrutar de una infancia feliz.
Aún así, la misión principal de los ETF es la reunificación familiar que favorece que el menor pueda crecer con sus parientes originales en un entorno saludable.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete