Urbanismo aprueba un centro de gestión de residuos privado junto al Lobatón de 12 millones en Córdoba

El vertedero y centro de tratamiento de residuos tiene ya una base y es la escombrera cercana a las instalaciones de la empresa municipal. Sobre esa actividad, la empresa, que ahora está especializada en el tratamiento de áridos y de residuos de la construcción, pretende contar con unas instalaciones que amplíen su campo de actuación y trabajen un mayor tipo de residuos.

Según el proyecto, se pretenden gestionar residuos no orgánicos como plásticos, maderas y otros no valorizables, biodegradables (de alto contenido orgánico o mezclados con no orgánicos), residuos peligrosos (estabilizados o no estabilizados) y hospitalarios, entre otros. Es decir, residuos que no entran dentro del trabajo que realiza Sadeco. Gecorsa asegura en su documentación que no es competencia a la empresa municipal.

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Según el proyecto de actuación, la empresa pretende llegar a un máximo de gestión de 440.000 toneladas de residuos en la propiedad de 29 hectáreas. Unas 177.000 toneladas acabarían en el vertedero de las instalaciones, cada una según las especificaciones establecidas en la legislación sobre residuos. Una cuarta parte del total serían objeto de valorización. Es decir, serían tratados para poder volver a la cadena productiva conforme a las normas de la economía circular que aprovecha el residuo útil como materia prima.

El proyecto comprende las instalaciones de control y de recepción de residuos que llevarían los clientes de Gecorsa, las instalaciones fabriles de tratamiento de los residuos, los vertederos de recuperables, los de no recuperables, las balsas de líquidos, depuradoras y aparcamientos necesarios para el desarrollo de la actividad.

La empresa pretende emprender el proyecto por fases con el objetivo de ir ampliando la actividad. De hecho, considera que la renovación industrial ha de ser constante para su adaptación al marco normativo establecido por la legislación de residuos. El proyecto se enmarca dentro del concepto de utilidad pública, explica la empresa, ya que contribuye a un mejor tratamiento de la basura que se genera en hogares, instituciones y procesos productivos.

El proyecto se tiene que implantar en suelo no urbanizable por razones que no es preciso siquiera comentar. No es compatible con núcleos cercanos. De hecho, cumple con un objetivo municipal que es que todo el entorno del Lobatón se convierta en un polo de empresas dedicadas al reciclaje. Sadeco ha apostado, recientemente, por llegar a acuerdos con terceros con el objetivo de ampliar su actividad para el desarrollo de actividades de generación energética a partir de la basura.

La Gerencia de Urbanismo habilitará también a partir de la próxima semana el dinero necesario para ir pagando derramas para la junta de compensación de La Rinconada, el suelo anexo a la Base Logística. En esta ocasión, supera el medio millón de euros, que es una parte pequeña de la factura final.