Tres de cada diez parados de Córdoba llevan más de dos años sin un trabajo

Y uno de los ámbitos a los que no alumbró la reactivación de la economía fue al de quienes llevan más de dos años parados. Este colectivo crece de forma considerable respecto a sus guarismos previos al Covid y ya tres de cada diez desempleados de la provincia están en esa desesperante situación. Semejante periodo de inactividad laboral y de disminución de los recursos que se ingresan en un hogar pueden acabar siendo un tobogán que descienda a la exclusión social a quienes sufren lo que podríamos llamar desempleo de muy larga duración.

De acuerdo al estudio del SEPE, a fecha de 31 de diciembre de 2021, Córdoba contaba con 20.282 desempleados que llevaban más de dos años apuntados a las oficinas del Servicio Andaluz de Empleo (SAE). Son 4.316 más que en idéntica jornada de 2019, cuando faltaban unos meses para que el coronavirus irrumpiera. Eso supone que en dos años, este colectivo de parados ha sufrido un incremento del 27%.

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Este estirón contrasta con el hecho de que, en el conjunto del mercado laboral de la provincia, los desempleados sí hayan descendido en el último bienio. Cuando dieron las campanadas que despidieron 2021 se contabilizaban 65.349 personas sin trabajo por estos lares. Esa cifra es inferior en un 2,2% a la registrada dos años antes.

En los dos últimos ejercicios, sólo otro colectivo experimentó incremento. Fue el de los que llevan parados un mes o menos. Su número de integrantes creció un 13,8%, para contabilizar 8.281. Pero esa subida es infinitamente menos preocupante porque son personas que llevan muy poco sin un trabajo -su currículo tiene el plus de la experiencia reciente mientras que el de los parados de larga duración arrastra la penalización de llevar mucho tiempo sin desempeñar el trabajo para el que estén preparados- o que acaban de lanzarse a buscarlo.

Cuando concluyó 2021, el de los parados que llevan más de dos ejercicios sin lograr empleo era, como es habitual, el colectivo más numeroso. Esos 20.282 cordobeses en esa situación suponían el 31% de los inscritos en las oficinas del SAE en busca de una ocupación. El segundo grupo con más integrantes se queda ya a muchísima distancia. Es el de los que llevan desempleados entre más de un mes y un trimestre: 12.090.

Si se analiza la última década, se observa que 2021 es el ejercicio en el que, a su conclusión, mayor peso tiene este colectivo sobre el conjunto de los parados de la provincia. Hasta ahora, 2017 ostentaba el peor guarismo, cuando representó el 27,5%.

La crisis desencadenada por el coronavirus vino a cortar un periodo de descensos que experimentó el grupo de los parados más perjudicados por esta lacra socioeconómica. En 2013, cuando la recesión financiera que se desató en 2008 estaba llegando a su fin, en la provincia había 22.615 personas en esta desesperada situación.

A partir de ahí, con la recuperación de la economía, este colectivo menguó ejercicio tras ejercicio hasta quedarse en 15.966 al acabar 2019, cuando faltaban pocos meses para que la mejoría de la actividad se truncara por la pandemia. Si se cruzan ambas cifras, se observa que en un sexenio este grupo de desempleados se redujo un 29%.

Pero la recesión del Covid segó esa buena marcha. El año 2020 Córdoba lo concluyó con 19.939 parados en esa situación. Fueron casi cuatro millares más que 365 días antes, con lo que el aumento rozó el 25%. Y en 2021, no hubo mejoría, pese a que la economía sí se anotó una recuperación. Porque, como se ha indicado, cuando ese ejercicio echó la persiana había 20.282 personas que llevaban más de dos años desempleadas. Esa cifra empeoraba la del ejercicio anterior un 1,7%.

El estudio del SEPE también da información de otro colectivo en el que el castigo de la falta de empleo es especialmente preocupante: el de quienes nos han logrado un trabajo en un periodo que se mueve entre más de 12 meses y los dos años. Este grupo sí logró un descenso de su número de integrantes respecto a la época prepandemia. A 31 de diciembre de 2021, se contabilizaban 8.749 parados en esa situación. Son 1.228 menos que en 2019 (-12,3%).

El informe evidencia las enormes dificultades de las personas que llevan más tiempo en las garras del paro para librarse de ellas, incluso en épocas de mejoría económica. En 2021, los demandantes de empleo de la provincia firmaron 180.477 contratos. Pese a ser con claridad el grupo más numeroso entre los desempleados, las personas que llevaban más de dos años paradas sólo consiguieron el 2,8% de esas vinculaciones (5.060).

Y al colectivo de quienes llevan entre más de doce meses y dos años sin lograr una ocupación no le fue mucho mejor. Lograron firmar 12.365 contratos, lo que supone el 6,8% del global. Fueron los dos grupos que lograron menos vinculaciones laborales.

Con estos guarismos, en su informe, el SEPE advierte de que se evidencia que «las posibilidades de contratación son inversamente proporcionales al tiempo transcurrido como demandante de empleo; es decir, a mayor tiempo en desempleo menos oportunidades de contratación». Habrá que esperar aún para conocer los indicadores de 2022, pero lo que parece evidente es que los parados de larga duración tendrá un obstáculo extra con la ralentización que está sufriendo la economía por la guerra en Ucrania.