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Córdoba entre líneas

Susana Andújar: «El talento de una mujer se abre paso por sí solo»

Formada en el Calasancio, La Salle y ETEA, ha sido pionera en España en el diseño del comercio por internet. Tras pasar por Carrefour, la FNAC y Orange, es consultora en IBM

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Rafael Aguilar

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¿Ha hecho alguna vez la compra por internet en Carrefour? ¿Ha encargado por el móvil que le traigan a casa un libro o un disco del FNAC? ¿Es usted cliente de la compañía Orange y ha consultado el gasto de su línea telefónica a través de la aplicación web? Si alguna de las respuestas es afirmativa ha de saber que Susana Andújar le ha hecho la vida más fácil, porque esta cordobesa nacida en 1975 y criada en el barrio de Santa Rosa está detrás de la ideación y desarrollo de las citadas plataformas de venta y servicios 'on line'. 

Experta en transformación digital, se trasladó a Madrid al poco de acabar sus estudios en ETEA -antes se había formado en el Calasancio y en La Salle-, y pronto se convirtió en una profesional codiciada por los caza talentos o 'headhunters'. Desde hace dos años está encumbrada como socia en IBM Consulting. Vive en Madrid, y esta semana ha estado en Córdoba para dar una charla sobre la transición tecnológica a empresarias de la ciudad.

-¿El comercio electrónico nos ha cambiado la vida?

-Las tareas más tediosas que te restan tiempo para dedicarlo a otras cosas las solventa el comercio electrónico. Esto es un invento de los últimos diez años que efectivamente nos ha cambiado la vida, porque simplifica ocupaciones que antes nos suponían tiempo, desplazamiento y aburrimiento a veces, porque oye, ir a comprar al Carrefour no es lo mejor que se te puede ocurrir para hacer un sábado por la tarde. Y eso lo solventa ya la tecnología, como muchísimas cosas más, como poder acceder a un surtido completo de libros sin tener que recorrerte no sabe uno cuántas librerías: todo esto te facilita la vida y nos deja tiempo para dedicarnos a otras cosas más importantes. Podemos hablar también del banco, porque la banca digital también te ahorra mucho tiempo. Hombre, la transformación digital puede tener su lado negativo según algunos por la pérdida de empleos, pero yo no lo creo así, porque los puestos de trabajo se transforman, como pasó en la Revolución Industrial. Ahora, el aporte de la persona es para cuestiones más personales, más concretas, no es que desaparezca el 'face to face' o la interrelación humana, sino que éstas se quedan para los trámites en los que son necesarias, pero no para que alguien me actualice presencialmente mi cartilla del banco. Lo que ocurre con la transformación digital es que se reconducen las capacidades, que se alinean con las necesidades del consumidor.

La consultora es madre de tres hijos VALERIO MERINO

-¿Y no cree que el comercio electrónico e internet en general nos esclavizan también un poco?

-Bueno, eso es una materia compleja. Hay muchos estudios y muchos análisis sobre qué supone estar enganchado a una red social o encontrar felicidad en que el 'post' que yo publico o la foto que cuelgo en un sitio maravilloso tengan no sé cuántos 'likes'. No soy una experta en esto pero hay diferencias entre nuestra generación, que relativiza más todo esto o es menos adicta, y las nuevas, en las que vivir atado a un reconocimiento público, a conseguir más seguidores pues está suponiendo para algunos adolescentes y jóvenes problemas de conducta e incluso baja autoestima, y eso nos lo tenemos que hacer mirar: la tecnología es muy positiva y nos facilita la vida, pero sion control te puede llevar a alterar tu relación con el mundo social de verdad. Ahí el papel de los padres es fundamental. Tener el móvil en la mano es una fuente de impactos continuos y como no tengas control puedes estar todo el rato mirándolo sin límites.

-¿El algoritmo se ha erigido en un nuevo dictador?

-¿Al algoritmo de Google se refiere?

-Sí.

-Google capitaliza el noventa y cinco por ciento de los buscadores de internet. No sabrías enumerar ninguno más que tenga cuota. Y teniendo en cuenta la forma que tenemos los consumidores de encontrar el producto, la noticia o el contacto es Google, pues ¿qué ocurre? Efectivamente, hay unos algoritmos que si tú los controlas bien te posicionas correctamente en Google. Así que todos estamos muy pendientes del algoritmo para ir acorde con él y no salirnos de ninguna de sus reglas porque si no desapareces de la búsqueda, y si desapareces de Google desapareces del mundo. No es sano, de cualquier modo, ese monopolio en el que las reglas las pone solo uno, y no entro en valorar si Google lo hace bien o lo hace mal, de hecho tengo amigos que trabajan allí y Google ha sido 'partner' a lo largo de mi carrera profesional. Y es verdad que Google aporta mucho a la sociedad, porque tiene una vía de investigación en inteligencia digital muy buena, y muchos avances en este sentido proceden de esa compañía. Google capitaliza las búsquedas en internet pero lo devuelve con inversiones en mejoras en innovación que no todas las empresas hacen. Todo tiene su doble cara.

-Usted es una mujer de éxito profesional. ¿Para que una mujer desarrolle su talento en una empresa hacen falta planes específicos y el apoyo de las instituciones?

-Le diría que hoy en día el talento de la mujer se abre paso por sí solo. Hace bastantes años que la conciencia de la igualdad de oportunidades y del talento femenino en comparación con el masculino está muy dentro de las compañías, como IBM por ejemplo. Igual pasaba el Orange y en la FNAC. El talento femenino, el 'management', la capacidad de dirigir son distintos a los del hombre.

«Si desapareces de Google desapareces del mundo»

-¿En qué?

-Es que nosotras somos distintas. Ni mejores ni peores: distintas. Las mujeres tenemos otras 'skills' [habilidades]: nos cuesta vendernos, somos menos agresivas, más humildes. En las autoevaluaciones de las personas de mi empresa es curioso que los hombres se evalúan siempre mucho más alto: capacidad de liderazgo, cinco; capacidad de tal, cinco… No hay ninguno que se ponga una nota regular,… Bueno, alguno sí que hay. Y las mujeres, aunque sean brillantes, tienden a autoevaluarse a la baja, porque tienen complejo de no estar a la altura. Y lo que digo de 'managment' femenino: hace unos años lo que valorábamos para ocupar los puestos directivos eran 'skills' propias de hombres, pero poco a poco eso ha cambiado gracias a que han ido llegando mujeres a puestos directivos con otra manera de dirigir y liderar equipos de trabajo. Cada uno tiene sus cualidades, su estilo: los de las mujeres favorecen a la empresa. Las grandes compañías ya han tenido planes de igualdad, pero ya no los hacen, porque ya somos iguales. El talento femenino se reconoce: yo lo he vivido.

-¿Y nunca ha sentido a lo largo de su carrera que ha tenido menos oportunidades por el hecho de ser mujer?

-[Breve silencio] No le voy a decir en qué empresa, pero sí he vivido eso de 'bueno, eres muy joven, y vas a tener familia, y el trabajo no va a ser ya tu prioridad...'. Eso lo he escuchado. Esto ha existido. Ahora no se nos ocurre: yo tengo equipos de gente muy jovencita y en ningún momento pondría en duda a nadie para un puesto directivo por el hecho de ser mujer y joven, pero ni yo ni mis compañeros. Yo le hablo del mundo 'corporate' y de las grandes compañías multinacionales, pero sí que sé que no todas las pymes tienen esta cultura interiorizada.

-La futura Base Logística del Ejército se basa en la tecnología y potenciará la inteligencia artificial.

-Córdoba tiene una posición estratégica, y creo que habría que aprovechar el proyecto del centro logístico militar y las infraestructuras para incluir otro tipo de empresas. Y la conexión con Málaga y los puertos del sur puede tener su atractivo.

-¿Cuando visita Córdoba siente que evoluciona o que se queda atrás?

-La ciudad es otra, lo que pasa es que a mí no me sorprende porque voy mucho. El Vial, por ejemplo, me parece que está a la altura de las grandes ciudades. Y luego, toda la oferta gastronómica espectacular, como la vida en la calle, de la que Córdoba tiene un estilo propio: eso se valora mucho en Madrid, el buen tiempo para el tardeo. Digo en Madrid que soy de Córdoba y me envidian por eso. A mí me encanta que me envidien por ser de Córdoba.

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