La Audiencia de Córdoba reabre el caso de la muerte de un joven en Palma del Río y juzgará a su padre

«Apareció muerto con 17 puñaladas , un golpe en la cabeza y a continuación fue quemado cuando todavía le quedaba algo de vida », explicaba a ABC en 2015 el tío materno del joven, Santiago León. A pesar de la gravedad de las heridas, aquella Navidad en Palma las primeras informaciones que se movieron apuntaban a un posible suicidio y se hablaba de un problema de depresión.

Sin embargo, su tío materno insistía con aplomo apoyándose en el informe de la autopsia que era «un documento muy bien fundamentado y de él se desprende, sin género de dudas, que la muerte fue un homicidio ».

Incluso los propios forenses del caso , según ha podido saber ABC, podrían tener pareceres distintos sobre el origen de las puñaladas, la secuencia de los hechos, y cómo, ya herido, si el joven en un intento autolítico pudiera haberse quemado utilizando una bombona de gas.

A esto se suma el hecho de que algunas de esas 17 puñaladas son de escasa importancia, como de tanteo, mientras que otras ya son más profundas. Las incógnitas son muchas y el juicio con jurado popular -interesante además desde el punto de vista jurídico- podría aclarar algunas de estas cuestiones.

Durante estos nueve años de ardua investigación por parte de la Guardia Civil a través del Juzgado de Posadas , donde en principio fue archivado, se han cruzado varios recursos por parte de la acusación particular ejercida por la familia materna del joven hasta que uno de ellos ha prosperado ante la Audiencia Provincial.

Fuentes judiciales han asegurado que será un tribunal popular el encargado de enjuiciar nueve años después del trágico suceso al padre del joven donde sólo hay acusación particular no pública .

Desde primera hora, el suicidio no cabía como posibilidad para la madre del joven, ni para sus amigos y familiares. «Nada hacía presagiar este final. Miguel tenía un gran grupo de amigos que lo quería, una formación autodidacta en nuevas tecnologías (marketing digital, posicionamiento SEO , programación...), estaba pendiente de una oferta laboral en Barcelona y le apasionaba la cría de loros y ninfas», recogía ABC al preguntar a su entorno en 2015.

El cuerpo sin vida de Miguel apareció en una casa de campo que la familia poseía en Los Cañuelos ese 21 de diciembre del 2012. La muerte de Miguelito, como le conocían en el pueblo, provocó un aluvión de concentraciones de familiares y amigos pidiendo justicia.

La Fiscalía no ha encontrado hasta ahora indicios suficientes para formular un escrito de acusación consistente, según han informado fuentes judiciales. Sin embargo, el fiscal estará presente en el juicio con jurado popular donde se expondrán todas las pruebas sobre la mesa al jurado, y podría, en última instancia, cambiar su escrito de calificación si considera que se ha probado la implicación del padre.