Tres excavaciones buscan los cimientos de la Córdoba antigua

Se logrará mediante tres prospecciones arqueológicas en una parcela muy reducida de metros cuadrados: los que van desde el Patio de los Naranjos de la Mezquita-Catedral hasta el Palacio Episcopal, y que en distintos momentos de la historia fueron la sede del poder religioso y del poder político.

Parte de las excavaciones se hicieron para la obra de ampliación del Palacio de Congresos que se abre en la calle Torrijos, y que encara ya su apertura definitiva tras unos trabajos que ha realizado la Junta de Andalucía.

Los restos que han llamado la atención se han encontrado en la cafetería, que se encuentra a un nivel inferior al del resto, y por lo tanto más próximo al lugar que pudieron tener los edificios preexistentes. Según fuentes de la Junta de Andalucía , «se ha demolido todos los revestimientos en paredes, techos y suelos», y precisamente ahí se hizo una pequeña excavación para instalar un forjado sanitario que evitase humedades en los muros.

Aquí se han encontrado restos que serían «de varias etapas históricas distintas», aunque su estado de conservación no es demasiado bueno. Las sucesivas obras en el edificio del antiguo hospital de San Sebastián , su adaptación al nuevo uso y la introducción de nuevas estructuras en ciertos momentos han provado que así sea. Los enriostrados de hormigón de la década de 1980 son algunos de los que han casuado más daño.

Según fuentes de la Junta de Andalucía , se trata de estructuras murarias que corresponden a varias fases de la historia. Uno de los grandes descubrimientos es que la parte más antigua sería del siglo VI, y por lo tanto de época anterior a la presencia islámica, que comienza en el año 711 con la invasión de toda la Península Ibérica . Otras zonas sí que serían del periodo en que Córdoba era la capital de Al Ándalus y en esa zona se concentraban el poder político y el religioso.

Las mismas fuentes de la Junta de Andalucía no tienen dudas al afirmar que los hallazgos pueden ponerse en relación con los que han aparecido en la Mezquita-Catedral en los últimos años, y por eso hablan de «complejo episcopal». Es lo que se halló bajo el vano que cierra la nave número 17 del templo, la llamada segunda puerta para el acceso de las cofradías, y podría ser parte de ese mismo complejo, al que se alude de esa forma antes de poder precisar más.

No es un vestigio de gran tamaño, pero sí que permite asomarse a una parte no demasiado conocida de la historia de Córdoba. Por eso la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía ha ordenado cubrirlo con geotextil y que así permanezca a salvo.

Paredaño con el Palacio de Congresos está otro palacio, el Episcopal, donde también se han hecho obras para levantar nuevas dependencias, y han llevado consigo las necesarias catas arqueológicas. Se han hecho en la zona más meridional, es decir, la que da a la calle Amador de los Ríos.

En aquel lugar estaba el Alcázar Califal, la residencia de los emires y califas hasta el traslado de la corte a la nueva ciudad de Medina Azahara. Los hallazgos pueden ser importantes, pero hasta ahora sólo han trascendido las letrinas, que se difundieron hace algunos meses en fotografías. También se encontraron algunos de los muros de este edificio en un patio que se usó para caballerizas y que no ha tenido muchos momentos de construcción.

El estudio de los arqueólogos dirá si hay restos que se puedan entender como anteriores a la presencia islámica, aunque la información de la residencia de los monarcas califales por sí misma ya parece ser bastante importante. Algunos de los historiadores piensan que en esta zona en que el nuevo poder islámico se estableció ya había un palacio donde estaban los gobernantes visigodos, que tenían en Córdoba a una de las ciudades más importantes de Hispania, y con más influencia en la política.

El conocimiento de esta zona se uniría al que ya hay de otra área del Alcázar Califal , la que da a Camposanto de los Mártires , junto a la Biblioteca Pública Provincial .

El tercer área en que se actúa es la Mezquita-Catedral , de la que se busca conocer algunos de los elementos que están en el subsuelo. En las últimas semanas del verano, el Cabildo Catedral anunció que se excavaría en el Patio de los Naranjos para continuar con un trabajo que había quedado inconcluso con el comienzo de la Guerra Civil española.

Félix Hernández, que poco antes había levantado el suelo del monumento, había excavado en el patio en busca de restos que ayudaran a conocer mejor la historia del edificio. Fuentes del Cabildo explicaron que lo que ahora se hace es continuar con aquel trabajo que quedó pendiente.

La Mezquita-Catedral permanece todavía cerrada a las visitas turísticas y sólo se podrá acceder a partir del próximo viernes. Hasta ahora sólo ha estado abierta para ceremonias litúrgicas, conforme a su uso religioso. Los resultados de las excavaciones son visibles, sobre todo en la zona occidental. Trabajan en la parte situada entre el Arco de Bendiciones , que comunica el Patio de los Naranjos con el interior, y la puerta de los Deanes , que está en la calle Torrijos .

Las intervenciones arqueológicas, que respetan las raíces de las palmeras y naranjos que forman parte del recinto, ya tienen a la vista algunas estructuras. Por el momento, argumentaron las mismas fuentes, no son nuevas, sino las mismas que encontró Félix Hernández en la década de 1930.

El ritmo de los trabajos está marcado por la pluviosidad de este año, que en más de una ocasión lo ha ralentizado y ha obligado a que los plazos sean más largos de los que se habían previsto en un principio.

Por eso todavía es pronto para formular hipótesis, aunque no hay que descartar que lo que se ha encontrado forme parte también del llamado complejo episcopal. De él, una parte está a la vista bajo el suelo de la Mezquita-Catedral y otra en las excavaciones de la segunda puerta.

De confirmarse permitiría conocer los restos cristianos sobre los que se asentaría la Mezquita islámica y saber cómo era el que podía ser uno de los complejos más importantes de Córdoba en la época visigoda.

Los trabajos de excavación y de investigación todavía se prolongarán unos meses e intentarán que los medios con los que se cuenta en la actualidad permitan interpretar mejor estos restos.