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José Calvo Poyato - Desde Simblia

Los tiempos cambian

El respeto a la lista más votada y a la tan cacareada voluntad popular da la impresión de que ahora carece de valor

El 15 de junio de 1991 -acaban de cumplirse veinticinco años- se constituían en España nuevas corporaciones locales, como consecuencia de las elecciones celebradas el último domingo de mayo de aquel año. Hubo sorpresas, no sólo en las urnas, sino también en la configuración de ... algunos ayuntamientos. En Andalucía el PSOE seguía siendo la fuerza política dominante, cuya hegemonía derivaba de la victoria electoral alcanzada por el tándem González-Guerra en octubre de 1982. Los socialistas conseguían el 53,9 % de los concejales, frente al 19% de los populares y el 11,8 % de Izquierda Unida, que volvía a ganar en Córdoba, convertida ya en su asignatura pendiente. El triunfo de Izquierda Unida permitía que continuase en la alcaldía a Herminio Trigo , que había sucedido a Julio Anguita en el que entonces se llamaba el «Califato rojo». Los comunistas obtenían 13 concejales, los socialistas 9 (el mejor resultado hasta el momento presente de sus contiendas municipales en la ciudad de Córdoba) y los populares eran la tercera fuerza con 7 escaños. La mayor sorpresa saltaba en Sevilla donde, «in extremis», una coalición de andalucistas y populares impedía que el socialista Luis Yáñez fuera alcalde, pese a ser la lista más votada. Había obtenido 12 concejales de los 31 de la corporación hispalense. Los andalucistas lograban 9 y sumados a los 8 del PP dieron la alcaldía a Alejandro Rojas-Marcos y Soledad Becerril -la hoy Defensora del Pueblo- se convertía en la primera teniente de alcalde.

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