La política de carreteras hace aguas en Córdoba por la falta de compromiso político

La prueba palmaria se encuentra en la Badajoz-Córdoba-Granada, probablemente el mayor fiasco de todos cuantos se han protagonizado en las infraestructuras. La carretera actual corta de forma transversal Andalucía desde el oriente al norte cordobés y supondría una vía de alta capacidad, cierto, pero alejada de los cánones radiales que han presidido secularmente la política de infraestructuras en España .

El PP realizó ayer una iniciativa política para poner el debate encima de la mesa: pactar una posición común con los populares de Granada para llevar el asunto a las diputaciones y ayuntamientos de sus respectivas provincias, donde el PSOE detenta un fuerte poder local. La realidad es que los socialistas nunca eluden la situación de la A-81 , que es el nombre que recibiría la autovía, salvo cuando el inquilino de la Moncloa es de su partido. En justa reciprocidad, son los populares los que sacan el tema de la conversación porque, justo es convenirlo, es la carretera que más le gusta a la oposición y que más detestan los gobiernos: cara, larga y técnicamente un problema por la orografía , parcialmente accidentada, que tiene que superar.

Con Mariano Rajoy la cosa iba a de lo mismo aunque bien es verdad que se prefería el formato de la pancarta. Ahora, los Presupuestos Generales del Estado vienen con la mala nueva: cien mil euros por tramo. La A-81 supera los mil millones de presupuesto.

Teóricamente, o eso es lo que sostiene Fomento , el estudio informativo tiene que aparecer a exposición pública en días. Es el segundo intento porque hace varios años ya se tomó una iniciativa similar que consiste en proponer un trazado y escuchar las alegaciones pertinentes. Costó un dolor, por ejemplo, establecer un trazado al gusto de ayuntamientos como el de Córdoba, que apretaron con Zapatero en la Moncloa para que la carretera sirviese para generar una nueva circunvalación sur de la ciudad que pasaría por la ubicación de la actual Ciudad Mercedes .

Fomento solamente tiene una parte de la obra, una muy pequeñita, en proceso avanzado. Está pendiente de licitación el tramo de Granada . El resto de la carretera, que se dividió en intervalos para facilitar su gestión, no tiene ni tramo, ni presupuesto, ni visto bueno ambiental. De hecho, cuando éste se ponga encima de la mesa debe arrancar un arduo procedimiento político de municipios reclamando enlaces cercanos, conexiones a sus polígonos actuales y futuros, entre otras cuestiones de enjundia. El proyecto inicial de la A-81 pasaba por actuar solo en los tramos de más tráfico. Alguien cayó en que eso era sencillamente un parche.

Una segunda carretera que siempre aparece en las noticias para mal es la N-502 , la conexión entre el norte de Córdoba y la comunidad de Castilla y León a través de Ciudad Real y Extremadura . Los municipios de la zona Norte llevan años reclamando que se les ofrezca una vía mejor de circulación, desdoblada. No dispone, de momento, de estudio informativo, el primer paso técnico para definir qué hacer y por dónde.

En una respuesta parlamentaria reciente a los diputados populares Andrés Lorite y María de la O Redondo , el Gobierno asegura que sí, que tiene que encargar esos trabajos y que se hará mediante un contrato de servicios a una empresa externa. El problema fundamental es que no hay un cuándo ni un cuánto. Se hará, dice la respuesta del Gobierno , «cuando haya disponibilidades presupuestarias y la priorización de actuaciones así lo permitan».

Lo que es una demanda de un pequeño grupo de municipios del Norte es un problema serio en la comunidad de Extremadura, que tiene entre manos un proyecto llamado Elysium City. Se trata de una iniciativa —un poco loca si se mira con calma— pero que cuenta con pleno apoyo del Gobierno de Guillerno Fernández Vara . Es un macroparque de ocio y una ciudad de unos 40.000 habitantes que se levantará desde la nada. La documentación está ya en manos de la Junta de Extremadura, se realizaría en el municipio de Castilblanco con financiación de fondos de inversión soberanos. Los responsables empresariales han asegurado que el desdoble es fundamental para sus planes. Aseguran estar dispuestos a financiar una parte de la actual carretera nacional por medio de una emisión de bonos.

Si hay un proyecto de carreteras que esté lastrando aquí y ahora proyectos empresariales es la Variante Oeste . La Junta ha establecido una primera partida de cierta enjundia pero tiene truco. Es el Ministerio de Fomento a quien corresponde la mayor parte de la obra. Y el Gobierno se ha limitado, en plena lluvia de fondos europeos, a colocar unos cien mil euros,que dan para muy poca cosa.

La Variante Oeste está construida parcialmente, hasta el puente de Ibn Zaydun , pero exige de la creación de un tramo y de una conexión con la carretera de Palma, autonómica, sobre la que existen no pocas demandas para prolongar el desdoble, al menos, hasta Almodóvar del Río superando Villarrubia . Por qué es importante la Variante se explica pronto: es clave para la mejora de las conexiones logísticas en zonas que tienen vecinos como Amazon.

Pocas veces aparece en las demandas de actuación pero el proyecto de regeneración de la Autovía de Andalucía , levantada en los 80 con las urgencias del año 92, sigue sin dar avances. El proyecto elaborado persigue, por ejemplo, acabar con las peligrosas y lentas curvas de la cuesta del Espino , que no cumplen ni un solo estándar actual de las carreteras occidentales. Obligan a reducir la velocidad de la marcha a 70 kilómetros por hora en una autovía que es, supuestamente, de alta capacidad .

El problema radica en que pasar por la A-4 a día de hoy es gratis pero en apenas unos meses se pondrá en marcha el peaje que se ha cuantificado en un céntimo por kilómetro. Cobrar por una autovía nueva o remodelada puede tener sentido. Hacerlo por una vieja y ajada, pues no.