La llamada del pasado lunes del Papa Francisco a un vecino de Montilla , con parálisis cerebral , que le hizo llegar una carta en la que le contaba cómo vivia su fe cristiana y en la que le expresaba ... su ilusión por conocerlo, se saltó el protocolo.
Al menos eso es lo que se deduce conociendo la experiencia anterior de este hombre de 47 años, tildado por quienes le conocen como «un hombre de fe inquebrantable ». Julián ya había escrito a los Papas Juan Pablo II y Benedicto XVI cartas similares. Ambos le respondieron por escrito .
El Papa Francisco rompió el lunes esa fría comunicación para ponerse al otro lado de la línea telefónica, a sabiendas que el receptor no puede hablar . El Santo Padre quería que oyese su voz, quería hablar también con su madre . Y pedirle a ambos que rezacen por su pontificado .
Carmelitas de Lucena
La madre aprovechó la ocasión para explicarle al Santo Padre el vínculo que mantienen con las hermanas carmelitas de Lucena , a las que el Papa Francisco llamó por teléfono en dos ocasiones para felicitarles las Navidades . Ocurrió en 2014 y 2016.
El Sumo Pontífice aprovechó la ocasión para mandar a través de esta familia montillana un saludo a las monjas, argentinas como él, y con quienes mantiene una larga relación de amistad .
Artículo solo para suscriptores
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete