«Los nuevos hábitos de consumo han favorecido la comida precongelada»

-¿Por qué se decidió usted y su socio por el sector de la alimentación y los congelados?

-Veníamos de la agroalimentación y en ese momento los productos precocinados comenzaban a tener una tendencia positiva en el mercado. En todo este tiempo nos hemos visto favorecidos por los cambios en la sociedad y en los hábitos de consumo. La gente tiene poco tiempo para cocinar.

-Pero todavía hay personas que asocian este tipo de alimentos a una menor calidad.

-Esa reticencia a consumir productos congelados es cada día menor porque también son cada vez más saludables y están mejor elaborados. Llegar a casa y comerse un san jacobo, unas croquetas o pinchitos precocinados puede formar parte de una dieta sana y equilibrada. Nosotros hemos ido avanzando en esa línea.

-¿Cómo lo hacen?

-Hacemos un empanado con claras en lugar de yemas de huevo para reducir el colesterol del producto, así conseguimos un porcentaje de grasa de menos del 7 por ciento. Y el sabor es el mismo que el de la comida que se hace en casa. A esto ayuda que nuestras materias primas sean de bastante calidad. Hacemos un seguimiento desde el origen.

-¿Quiénes son su principales clientes?

-Vendemos a distribuidores, a la hostelería, restauración y catering. Además, somos como un sastre; es decir, hacemos a medida lo que nos piden las principales marcas que distribuyen a nivel nacional. Esto es importante porque, últimamente, con las crisis alimentarias ha habido tal la neurosis en el sector que si nos compran a nosotros es porque damos confianza.

-Además, son una empresa comprometida social y medioambientalmente...

-Sí, a nuestros proveedores se les exige una serie de características en los envases para disminuir el impacto. Usamos energías renovables para el agua caliente sanitaria. Siempre hemos ido intentando innovar en este sentido y siendo responsasbles en la fabricación del producto.

-Aunque así será más caro.

-En cierto modo puede serlo.

-¿Están incorporándose estas medidas en el resto de empresas?

-Yo entiendo que todavía no, se atiende más a elementos de coste. Puede ser porque hay muchas empresas en este sector que son pequeñas para afrontar estos retos.

-Por cierto, ¿cuáles son los suyos en los próximos años?

-En este momento, las estrategias pasan por hacer un planteamiento de comercialización fuera de España y abrir una nueva fábrica en la que se harán productos preparados para hornear y calentar.

Apoyo público

-¿En Córdoba?

-No, aquí en la capital es complicado. Ahora estamos en el polígono de la Torrecilla. Se trata de un polígono industrial con infraestructuras obsoletas, está muy anticuado y en este momento no facilita mucho la actividad. Hay que irse a otro sitio que permita una mayor movilidad y mejor comunicación con el resto de los puntos.

-¿No hay aquí facilidades?

-No hay terreno barato. Una empresa como la nuestra que crea mucho empleo, ya que somos quince personas y en dos años con la nueva fábrica esperamos llegar a la treintena, debe invertir en tecnología y en las infraestructuras, pero no en suelo. Se le debe facilitar, y otros ayuntamientos de la provincia están apostando por proyectos como el nuestro, y estamos recibiendo propuestas.

El gerente de Elaborados La Perla posa en su stand de «A gusto» con uno de sus productos estrella