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Mario Flores - EL DEDO EN EL OJO

Con la música a otra parte

La marcha de Klara Gomboc retrata el interés por la cultura

MARIO FLORES

Aunque constituye el paradigma de nuestra época, la noticia ha pasado casi desapercibida por la mayoría de los cordobeses, a pesar, ya digo, de que ejemplifique a las mil maravillas la burricie que a todos nos asuela.

Me estoy refiriendo a la patada ... en el culo (ya que de burros hablamos) que ha sufrido la violinista de la Puerta del Puente, Klara Gomboc . Esta joven artista eslovena, licenciada por el conservatorio superior de música de Ljubijana, ha tenido que cerrar el maletín de su instrumento y emigrar a tierras más cálidas donde su arte vuelva a ser apreciado por las autoridades. Porque han sido las autoridades de nuestro consistorio y sus arbitrarias normativas las que, de desagradecido modo, han provocado el exilio de esta joven música que ha tenido que abandonar nuestra ciudad, esa Córdoba que la enamoró hasta decidir quedarse, la que la deslumbró hasta encandilarla y, trágico acto final, la que le dio finalmente la espalda; o, para ser justos, la ciudad cuyo Ayuntamiento decidió que ya estaba bien de excelencias, de romanticismo y de sensibilidades fatuas, porque los ciudadanos, y cuantos nos visitaban, eran un poco más felices al escuchar la música de la grácil Klara.

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