Bienvenidos, Majestades

«Estas visitas -explica el comunicado- permitirán a los Reyes agradecer y reconocer en primera persona el esfuerzo que toda la sociedad española está realizando para superar la crisis sanitaria originada por la pandemia del Covid-19 ».Recuerdo la primera vez que vi físicamente a los Reyes de España, entonces Juan Carlos I y doña Sofía. Fue el 3 de abril de 1976 en Córdoba , cuando visitaron la Mezquita-Catedral y el Parque Figueroa e inauguraron el Hospital Reina Sofía . Con ojos de adolescente contemplé admirado a los monarcas, teniendo ya la sensación firme de que la institución de la Monarquía sería la garante de un tránsito pacífico del régimen autoritario a la democracia. Aquella gira de los Reyes servía, precisamente, para darles a conocer por todo el país, ya como soberanos, tras la muerte de Franco unos meses antes. La sensación que tuve fue compartida ese día por miles de cordobeses, como se demostró en el recibimiento entusiasta en la plaza de las Tendillas y en las calles abarrotadas. Sensación, por supuesto, extendida a la mayoría de los españoles. Vienen los Reyes a Córdoba , al cumplirse seis años de la llegada al trono de Felipe VI, también en otro momento delicado de nuestra historia, cuando el país quiere salir y recobrar el pulso tras la pandemia. Pero a diferencia de 1976, existen fuerzas políticas, con presencia en el actual Gobierno o sosteniéndolo, claramente hostiles a la institución monárquica .

Hace cuarenta y cuatro años los republicanos, socialistas y comunistas , supieron aparcar su rechazo a la corona y a la bandera bicolor en aras de la reconciliación nacional. De la misma forma que la otra media España también renunciaba a parte de sus ideales. Generosidad para alcanzar el éxito de la Constitución de la concordia.Para un 60 por ciento de españoles encuestados, la Monarquía Española, la más antigua de Europa junto con la británica, continúa siendo una garantía para la España democrática y constitucional, que es como decir la España de la convivencia. Los errores últimos de Juan Carlos I no pueden borrar la grandeza de su protagonismo decisivo en la Transición , ninguneado ahora por fuerzas políticas sectarias.

Las encuestas más recientes y fiables alaban la trayectoria y trasparencia del reinado de Felipe VI, mientras menos de un 1 por ciento de encuestados señalan a la Monarquía como un problema. La República, un régimen válido pero patrimonializado en España siempre por la izquierda, nunca garantizará en nuestro país la pluralidad que da la Monarquía. Bienvenidos, Majestades .