José María Jiménez, geriatra de Córdoba: «Leer y caminar dan vida a los mayores»

¿Cuándo nos hacemos mayores?

No hay una horquilla para decir cuándo un paciente se hace mayor. Nos hacemos mayores cuando perdemos las capacidades. Una persona de 65 años hoy día es una persona joven si tiene sus capacidades cognitivas y funcionales dentro de la normalidad.

José María Jiménez Páez (Córdoba, 1968) supo que quería ser médico desde que tuvo conciencia. Estudió la carrera en la Universidad de Córdoba y cursó la especialidad en Getafe. En 2008 regresó a Córdoba y hoy es el jefe del Departamento Asistencial de la residencia de mayores del Parque Figueroa , donde tiene su plaza desde hace dos años. También integra la Unidad de Demencias del doctor Agüera en el hospital Reina Sofía y mantiene una estrecha relación con el Instituto de Investigaciones Biomédicas ( Imibic ). Es experto en pacientes mayores con demencias y trastornos de conducta, a cuyo estudio y cuidado ha dedicado largos años.

Los ancianos, ¿primera víctima de la pandemia?

Sin lugar a dudas. Lo fueron en la primera ola y lo serán también en la segunda.

¿El confinamiento los salva de la muerte y los condena al aislamiento?

Estamos haciendo un estudio sobre el impacto del confinamiento por Covid en los pacientes con demencia . Les ha afectado a los mayores en los cuatro aspectos fundamentales: cognitivos, afectivos, funcionales y sociales. Los ha salvado del contagio pero el aislamiento les está afectando en todos los sentidos.

¿Por ejemplo?

A nivel cognitivo, muchísimo. A nivel afectivo, ha aumentado los trastornos depresivos , la ansiedad y el insomnio. En el aspecto funcional, les ha provocado un deterioro físico tremendo . En un confinamiento de cien días imagínese a la debilidad muscular a la que les abocas. Y la dependencia. Han perdido la capacidad de bañarse por sí solos y han aumentado las incontinencias . Y, por el lado social, la pérdida de contacto y de capacidad para interactuar les ha afectado muchísimo.

¿A mayor aislamiento, mayor alzheimer?

Efectivamente. Empeoran las alteraciones de la memoria y de la concentración. Y otro aspecto importante: si a la pérdida cognitiva le sumamos el deterioro funcional se multiplican los problemas. Si perdemos la batalla física y de ser independiente pasa a la cama y el sillón, perdemos la guerra. La visita física la tuvimos que cortar porque son pacientes vulnerables por el riesgo de contagio. Pero no puedes hacer una valoración con llamada telefónica. Lo están pasando muy mal.

En el alzheimer, ¿se está viendo la luz al final del túnel?

Actualmente no tiene tratamiento curativo . Hay algunos fármacos que frenan la evolución de la enfermedad. Hay muchos ensayos clínicos y alguno con buena pinta en los resultados. Pero hemos tenido el retroceso en este confinamiento. ¿Qué problema tenemos? El retraso en el diagnóstico . Y cuando vienen a la consulta ya tienen el deterioro de varios años de evolución. Espero que en 5 o 10 años tengamos algo que frene el alzheimer.

¿Las residencias estaban preparadas para esto?

En absoluto. En casi ningún aspecto. La pandemia nos ha cogido a contrapié . Hasta que la Consejería de Salud no cogió el toro por los cuernos a mediados de abril, no disponíamos ni de mascarillas , ni de equipos de protección individual (EPI), ni de gafas, ni de ningún otro tipo de medidas de seguridad. No había nada . Estuvimos luchando con donaciones de empresas y sociedades que nos aportaban el material. Hemos utilizado hasta mascarillas de papel. En mi equipo del Figueroa hay 60 personas. Ahora tenemos material y desde junio estamos en cero casos de contagi o. Somos de los pocos de la provincia. Llegamos a tener 90 casos entre residentes y personal.

Tres consejos para las familias.

Siempre recomiendo dieta adecuada, ejercicio adaptado a la edad y trabajar la memoria . Eso enlentece cualquier proceso cognitivo, clínico o patología de origen afectivo o social. Hay un estudio de «Nature» sobre la neurogénesis, que analiza la formación de neuronas. Podemos seguir creando neuronas hasta los 90 años . Y las dos maneras de producir es la actividad física y el ejercicio de memoria. Pintar, leer, escribir, hacer sopa de letras o sudokus . Proporciona plasticidad neuronal. Dar un paso hace que tu cerebro tenga la capacidad de dar la orden.

¿La depresión es un mal inevitable en la tercera edad?

No. Siempre viene asociada a algún proceso . Se puede evitar. Hay procesos que abocan a un trastorno depresivo. Generalmente son menores y están asociados a algunos factores: hospitalización , aislamiento, problemas económicos o el ictus. Más de un 50% de los ictus se asocia a depresión. Se puede evitar con diagnóstico precoz y tenemos tratamientos muy buenos.

Tres síntomas inequívocos de depresión

La pérdida de energía es un síntoma claro en personas mayores. La p érdida de apetito y alteraciones del sueño también. Y las somatizaciones, que son quejas subjetivas de dolores generalizados. Es lo que se denominan depresiones enmascaradas. El envejecimiento no produce una depresión.

¿Y qué hacemos con la soledad?

Hay un tema importante que es la triada afectiva: la depresión va asociada a la ansiedad generalizada y al insomnio en más de un 50% de casos. La soledad y el aislamiento social abocan a la depresión. Tenemos que hacer algo. Dos personas mayores confinadas durante cien días produce un drama tremendo . No tenemos personal para intentar solucionar esto. Las ayudas a domicilio son una hora al día de lunes a viernes. Nos quedan 23 horas diarias sin cuidados continuados y el fin de semana entero.

Usted ha dicho: «Es falso asociar vejez y tristeza».

Totalmente. El envejecimiento no es equivalente a estar triste o deprimido. Puedes tener alguna sensación de tristeza porque te queda poco por delante, pero un trastorno depresivo no es equivalente a ser mayor.

¿Leer, andar, vivir?

Son tres conceptos que van juntos. Es lo que recomendamos a cualquier persona en edad avanzada . La lectura estimula la plasticidad neuronal , andar enlentece el deterioro físico de la persona y estas dos cosas bien hechas a diario de forma programada equivale a darle vida a los años.

¿La sexualidad termina a los 70?

En absoluto. Tengo abuelos que son unos toros con ochenta . Todo depende de la situación integral de cada persona. Vamos a aumentar esa frontera unos diez años más mínimo.

¿Y la vida se acaba a los ochenta?

Tampoco. A principios de siglo la esperanza de vida en España no llegaba a los cincuenta. Actualmente estamos en ochenta y pico. Ha aumentado de manera bestial. Y los nonagenarios son cada vez más. Y con calidad de vida excepcional.

¿Tenemos que aprender a morir?

Sí. Igual que aprender a vivir. Eso es muy importante.