Suscríbete a
ABC Premium

Pretérito imperfecto

Dependencia y desesperación

Hartos de presentar quejas sin que ni un desalmado les haga caso. No hay medios, no hay personal... y no hay vergüenza

Una persona dependiente con su cuidadora Valerio Merino
Francisco Poyato

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Primero fue el eslogan, luego el discurso mesiánico, la propaganda electoral, la ley que se queda coja, la financiación escasa , sumida en el pim-pam-pum de izquierdas y derechas y más tarde mutilada; los planes estratégicos para empezar a poner tiritas en ... la sangría... Y, al final, la bola de nieve, el laberinto del olvido, la falsa expectativa creada, el engaño real y la desesperación de miles y miles de familias que ven cómo pasan los meses sin que un puñetero recurso llegue para aliviar la lenta agonía de los dependientes, en su mayoría, personas mayores en un paupérrimo estado. Cuando no la muerte, sin que el maldito expediente se haya movido del sitio.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia