PRETÉRITO IMPERFECTO
El fracaso de Ambrosio
Salir a no perder sirve la derrota en bandeja. Habrá que buscar un mejor confort en la política
La alcaldesa, Isabel Ambrosio, tras conocer los datos del 26-M, donde fue derrotada por el PP
Ha perdido las dos elecciones consecutivas a las que ha concurrido como candidata del PSOE a la Alcaldía de Córdoba y habiendo tocado poder . No hay precedente en cuarenta años. Hay quien le busca paños calientes para un fracaso . ... Que si ha ganado en más mesas que el triunfador de las elecciones... En mesas y comisiones no le gana nadie , eso es cierto. Más de una veintena ha creado en un mandato para apenas dar soluciones a problemas ficticios y bloquear muchos asuntos importantes y reales. Y, hasta la presente, los comicios se ganan por votos y proporción en acta de concejales. Pura Ley D’Hont. La misma que le permitió legítimamente conformar en 2015 un gobierno en coalición con Izquierda Unida a partir de siete de veintinueve concejales.
En la noche electoral escuchamos a la señora Ambrosio apuntar algunas razones por las cuales perdió los comicios y la Alcaldía. La fragmentación de la izquierda era una de ellas. Sin confluencia a lo Unidas Podemos , Pedro García , líder de IU -mal visto en una parte de ese electorado como candidato, sólo hay que ver sus pírricos resultados en la Córdoba que fuera «Califato rojo» -, y Podemos concurrían por separado. A lo que se unió el episodio friki de Ganemos y la candidatura fantasma con una cuestionable decisión judicial, aunque también cabría haber hecho algo de autocrítica, pues dejaron atrás resortes que la norma les daba para recurrir de forma certera la validez de Ganemos en Común Córdoba. Ambrosio se escuda en esa división del voto que le perjudicó a sus aspiraciones por la mecánica de la ley electoral. Sin embargo, esa fragmentación también existía en la derecha con PP, Ciudadanos y Vox , y no le ocurrió lo mismo a José María Bellido . Ambos, conocedores de la necesidad de apelar al voto útil por este escenario dividido, de ser las únicas referencias de gobierno desde sendos bloques, materializaron de forma distinta esa utilidad del voto. Y está claro que la candidata socialista no supo cristalizar su unívoca propuesta a esa parte del espectro político.
Otra de las causas esgrimidas fue la abstención . Ambrosio pensó que la inercia de los buenos resultados del 28-A le bastaría a ella. Sin tomar riesgos, siempre pertrechada de cortafuegos y presuntos gurús, con una discreta exposición amén de un flaco repertorio de ideas. La participación el pasado domingo fue similar a la de 2015. El PSOE obtuvo seis puntos más y nueve mil votos nuevos , pero frente al viento de cola que le insufló Sánchez, la aspirante perdió once mil quinientos sufragios en un mes. Y lo que es peor, ese mismo día en las elecciones europeas , los socialistas sacaron cinco mil votos más en la capital que en las municipales. ¿Quién falló, entonces? Si hubo desmovilización, hubo también ausencia de atracción . Salir a no perder sirve la derrota en bandeja.
Llega el momento de buscar un mejor confort en la política ante la evidencia de los números y el ruido del fracaso .
Renovación a precio de tarifa vigente | Cancela cuando quieras