PUERTA GIRATORIA

Empatía

La importancia de la experiencia en el conocimiento del alumado es muy poca, las emociones apenas cuentan para el aprobado

Una alumna levanta la mano en un aula GUILLERMO NAVARRO

22/02/2019 a las 08:33h.

El sistema educativo andaluz , atorado de burocracia y bilingüismo consigue respirar a veces y tragarse una porción de realidad para descubrir a seres sensibles que se apasionan cuando se les muestra la vida en una diversidad que les emociona y atrae. Los escolares, ... acostumbrados a conocer su entorno de un modo abstracto y anti sensorial no quieren estar solo sometidos a la obligación de ser capacitados técnicamente y se rebelan con su desgana, eso que técnicamente llamamos desmotivación , casi siempre prendida a la indiferencia que les provoca el modo de presentarles su entorno. Olvidamos que aprendemos con el corazón , todo lo que modificó nuestra imagen del mundo hasta aprehenderla provino de la emoción, por la palabra vivida y experimentada de un maestro. Les cuento un ejemplo.

Como en casi todas las casas, los días pasan velozmente con el vértigo del crecimiento asombroso de los hijos y sus respuestas llenas de preguntas. Es así como se resuelven los cursos, con su rutina y fechas de exámenes . Hay momentos que rompen tanta previsión y permiten pasos de gigantes. Alguien había hecho llorar a toda una clase en esa edad en que las lágrimas son espontáneas y verdaderas, cuando se empieza a dejar de llorar por caídas y rabietas y aparece esa expresión nueva para entender el mundo que comienza.

Todos los de una clase de primaria lloraron al conocer a un joven que contó su experiencia en primera persona. Había sido víctima de acoso escolar y narró ante los alumnos cómo había sido su vida desde pequeño. Se había cambiado de colegio varias veces para no soportar las humillaciones y consiguió salir adelante. Los escolares prestaban atención inusitada al relato de una persona con uno de esos trastornos de conducta que hasta hace pocos años no tenía tratamiento y adocenaba a las personas bajo el paraguas de la rareza, un estereotipo que los inmovilizaba y debilitaba para la vida social mientras veían crecer a su alrededor un círculo cada vez más grande y más vacío. La soledad .

La conexión de su relato y los alumnos tuvo tal intensidad que quisieron reparar su pasado con su llanto coral, mientras por primera vez a traspasaban la piel del otro para sentir algo de aquel dolor infantil que ahora es protesta por la crueldad que tuvo que afrontar. Estos chicos ya no olvidarán el rostro de aquel chaval, ni su tono de voz, ni su cara transportada en el tiempo siendo objeto de burla. Habían sentido su mismo dolor y ya no necesitaron más razones para acogerlo. Llorar por él junto a él fue la mejor lección.

Es tan poca la importancia que, salvo excepciones, se presta a la experiencia como conocimiento , que las emociones poco cuentan ante el aprobado y la promoción. Claro que no se pasan exámenes por impulsos sentimentales , pero hay encuentros por los que se construyen conceptos duraderos y defendibles porque son fruto de la empatía.