El plan contra rebrotes de otoño pivotará sobre los centros de salud

Si la respuesta al Covid-19 ha sido fundamentalmente hospitalaria, la segunda fase, explican fuentes sanitarizas, debe pivotar sobre los centros de salud con el objetivo de que se produzca un filtrado de los casos. La Junta ya ha formalizado el comité de expertos que tiene que organizar el trabajo teniendo en cuenta la experiencia que se ha adquirido en el sistema sanitario durante los últimos meses.

La previsión de los responsables del SAS es que los hospitales cordobeses van a volver a la normalidad si no están ya en una situación cercana a la misma. Los últimos datos conocidos aseguran que ya solo queda una unidad Covid en marcha con nueve personas ingresadas, la mitad de ellas en la unidad de cuidados intensivos. El planteamiento es el de activar de nuevo los recursos disponibles en el supuesto de que fuese necesario.

En la Junta se trabaja en estos momentos en una doble vía. Preparar el sistema sanitario para la campaña de la gripe y tener los recursos disponibles para una nueva situación epidémica. El consejero de Salud, Jesús Aguirre , ha explicado que se ha iniciado la adquisición masiva de vacunas, que este año son particularmente importantes, y de un «stock» de almacenaje de mascarillas, trajes EPI o respiradores para que el sistema sanitario tenga margen suficiente. La Junta prepara también un dispositivo para la vacunación neumócica, menos conocida pero igualmente destacada para proteger a los grupos de riesgo contra la neumonía común.

El plan de alta frecuentación contra la gripe implica la activación de una vacunación masiva de la población, centrada en colectivos particularmente vulnerables también contra el Covid-19. Unas 130.000 personas se vacunaron en la última campaña de la gripe, el 63 por ciento mayores de 65 años. El planteamiento de las autoridades de salud es que, dado el Covid-19 es particularmente violento con determinados grupos de población, es preciso que estén inmunizados para que no tengan un problema añadido por la gripe.

Una segunda parte tiene que ver con el incremento de los sanitarios que tienen que prestar servicio en la atención primaria. Los planes de alta frecuentación de la Junta suelen trabajar con tres fases distintas. La primera, cuando se incrementan las visitas a consulta un diez por ciento. Las segundas y terceras, cuando esa cifra crece hasta un 25 por ciento . Cada fase implica un incremento de personal.

Los responsables de la Junta han asegurado que ese plan de alta frecuentación va a convivir con los circuitos Covid de los centros de salud. Eso implica un triaje de cada enfermo que entra por la puerta con el objetivo de que no comparta espacio con el resto de pacientes. También, disponer de personal especializado que se haga cargo de los posibles casos de Covid declarados .

Cada temporada de gripe, algo más de 20.000 personas pasan por la enfermedad, en la mayor parte de los casos en forma de pasmazo. La infección respiratoria implica unos 300 ingresos anuales de los casos más graves y de seis a ocho muertes. La neumonía, que también tiene un incremento de casos a partir del otoño, genera cerca de 200 fallecimientos al año , según los datos oficiales.

El proyecto sanitario pretende realizar seguimientos en tiempo real de cada uno de los centros de salud, hospitalarios o de atención primaria, y un nuevo sistema de trabajo en el área socio-sanitaria. Es decir, en los centros de mayores. El nuevo esquema pretende homologar el trabajo que se realiza en estos equipamientos con el que se realiza en los hospitales a efectos de tratamientos de la información o seguimiento de casos. Los hospitales privados quedarán afectos al sistema asistencial a todos los efectos ante una previsible vuelta de impacto grave del Covid-19 .