Una de cada cinco casas vacías y solares del Casco Histórico de Córdoba está en mal estado

Esta pequeña parcela, lindera con la casa-palacio de los Marqueses del Carpio (Casa de los Herruzo), está incluida en un largo y valioso listado de espacios vacíos y dañados que la Asociación de Vecinos La Medina elaboró meses atrás y dio a conocer a finales de agosto pasado. Era uno de los 288 sitios señalados en rojo en esa red capilar de calles, rincones y plazuelas de la Villa y la Axerquía. Treinta y cuatro de ellos catalogados o monumentales (cuatro casos concretos). En total, una superficie de nueve hectáreas. Una isla en un mar de 293 hectáreas, que es el área que comprende el conjunto histórico y monumental de Córdoba . Apenas un tres por ciento de toda esa amalgama de metros cuadrados. Pero un indicio que se une a otros achaques.

El informe pormenorizado, al que ha tenido acceso ABC, discurre calle por calle con una ficha común que resume la ubicación, la superficie, la existencia o no de edificación, su catalogación, propiedad, estado de conservación y usos en ciernes. Del análisis del mismo se desprende que uno de cada cinco solares e inmuebles vacíos se encuentra en mal estado (en su mayor parte) o directamente en ruina. De ellos, 36 están repartidos por la Axerquía y los 18 restantes por la Medina.

Cinco zonas bien identificadas se reparten otro bocado notable de este inventario de casas cerradas, grietas o solares repletos de arbustos y tierra. Curiosamente, el eje que conforma la calle San Fernando , el límite oriental de la parte más antigua de la ciudad, y donde se ha producido el incidente del derrumbe esta semana, es una de ellas. Y, en concreto, la que más casos alberga, casi una treintena, en cuanto a deterioro.

La propia vía que lleva el nombre de Fernando III «El Santo» es la calle de todo el Casco que más parcelas y edificaciones tiene cerradas a cal y canto. Un total de ocho que se distribuyen por los números 56, 73, 94, 96, 106, 110, el citado 112 y 114, según este informe impulsado por Lourdes Martínez y Gonzalo Herreros, miembros de este colectivo vecinal.

En su entorno se arremolinan calles con el mismo problema: tres solares en la calle Amparo , otros tantos en Ambrosio de Morales , cinco en Portillo -con especial afección en el propio arco de entrada, pendiente de una intervención a mitad de camino entre lo municipal y lo privado-. Pero también en Luján, Munda, Caldereros, San Eulogio o la plaza de Séneca o Santa Clara . Un pequeño enjambre de callejuelas que salen hacia Corregidor Luis de la Cerda donde hay registrados otros seis casos más (los números 15, 20, 33, 50, 61 y 65).

Las otras cuatro zonas que concentran el mayor número de puntos críticos son San Agustín, Santa Marina, Plaza del Potro-Corredera, y La Magadalena-Regina . A bota pronto no resulta una gran novedad estas piezas del puzzle histórico. El grado de afección en el conjunto de sus calles sí define una problemática que se extiende más de lo que parece. Son los propios vecinos los que han tenido que tomar esta iniciativa de contar, una a una, cada una de las viviendas. El anterior equipo de gobierno municipal de PSOE e Izquierda Unida «vendió» un censo inmobiliario en la zona antigua de Córdoba que duerme el sueño de los justos.

San Agustín es un claro ejemplo de este desequilibrio. La cara y el envés de un barrio donde se intervino en su plaza central y la iglesia barroca por antonomasia pero al que se le agolpan los casos de inmuebles en malas condiciones. Cuatro solares en la misma plaza o las proximidades Moriscos, Costanillas, el Compás de San Agustín . Y de ahí por la calle Zarco hacia Santa Marina , otro de los enclaves «agujereados» por esta causística.

La plaza de la Corredera y su entorno hasta llegar a la plaza del Potro es otra zona bastante castigada en este sentido. Conocido es el caso de la calle Armas donde hay contabilizados cinco solares en graves circunstancias, pasto, incluso del fenómeno de la okupación. Ocurre algo parecido en las colindantes Gragea y Badanas . O el caso de R odríguez Marín (3) y Toril .

De otra parte, la conexión entre la plaza de la Magdalena y Regina suma su parte en este paisaje urbano decadente. Desde la vertiente de Alfonso XII (con cuatro casos) hasta la plaza de las Tazas , la plaza de la Magdalena e Isabel II (con tres casos ambas). En este recuento cabe destacar también Gutiérrez de los Ríos , una calle que atraviesa la Axerquía Sur desde San Andrés hasta prácticamente el costado de la Corredera , con cinco viviendas vacías. Y, finalmente, la desembocadura de Agustín Moreno , con un cúmulo destacable en Ronquillo Briceño (cuatro espacios), Mucho Trigo y Barrionuevo (otros tantos).

Esta es la fisonomía de un corazón histórico «tocado» y al que hace 18 años, cuando se aprobó el Plan General de Ordenación Urbana y, dentro de éste, el Plan Especial del Casco, se le recetaba una medicina llamada inversiones (más de 66 millones de euros de 2001) destinadas a reactivar solares, edificios monumentales o espacios para uso comunitario como los cines de verano -en los que prácticamente nada se ha avanzado-. Por no hablar del parque residencial.