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Francisco Poyato - PRETÉRITO IMPERFECTO

Bolardos

No hay peor ejército que el que se instala en la normalidad para sembrar el pánico

Los bolardos aparecieron en nuestra cabeza al instante, y ahí siguen. Una defensa mental ante el terror real. Nada de eslóganes de autoayuda. Ni de risas histriónicas o frivolidades para combatir proclamas que nos parecen cómicas y alejadas. No hay peor ejército que ... el que se instala en la normalidad para sembrar el pánico desde ella. Ante él no hay arquetipos de lucha, medidas ni suficientes sensores del peligro. Cualquiera de los asesinos de los atentados de Cataluña no necesitó videos en youtube o una vida nómada y embaucada por la yihad desde Pedro Abad a Damasco para matar al sistema desde el sistema. Tenemos miedo, como no podría ser de otra manera, y sólo desde ahí nace el arrojo suficiente. Lo demás suena cínico. Un hombre valiente es el que se sobrepone al miedo, no aquél que no lo tiene. Otra cosa diferente es el miedo al miedo. Porque sí nos atenaza y bloquea de manera cruel. Nos precipita y descompone. Un terreno en el que la demagogia se mueve a sus anchas. En ese precipicio seguimos desde aquella trágica tarde en Las Ramblas, probablemente uno de los puntos más cosmopolitas del mundo en plena escena secesionista.

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