Asaja exige que la reforma fiscal se aplique también al olivar de Córdoba

Fuentes de Asaja consultadas por ABC señalaron que la «inmensa mayoría» de los productores cordobeses optan por el sistema de módulos a la hora de declarar su Impuesto sobre la Renta. El motivo, según la organización profesional, es que se trata de un modelo más sencillo desde el punto de vista administrativo, es decir, requiere menos papeleo . La condición principal para poder hacer uso de esta posibilidad fiscal es que los contribuyentes agrarios deben ser personas físicas, por ejemplo, autónomos o comunidades de bienes que gestionan una explotación de manera conjunta. De este modo, quedan excluidos de esta modalidad las sociedades mercantiles, tales como son las cooperativas . También está vetado para aquellos cuya facturación supere los 250.000 euros, por lo que sus destinatarios predominantes son los pequeños y los medianos productores ya que se trata de una medida que no está pensada para las grandes rentas del sector agroalimentario.

Según el sistema de módulos, vigente desde el año 1995, lo que un agricultor o un ganadero debe abonar en concepto de este impuesto viene determinado por la multiplicación de sus ingresos totales por un índice corrector , que difiere en función del cultivo que se trabaje en la plantación. Después de la última reforma aprobada por el Gobierno central en abril, la franja varía entre el 0,09 que se aplica al bovino de carne extensivo hasta el 0,56 que se repercute en los empresarios agrícolas que también tienen actividades como el turismo rural o la caza.

En el caso del olivar, se encuentra en un punto medio , puesto que su tasa se coloca en los 0,26, una cifra que se redujo hace algunos años del 0,32 gracias a la presión ejercida por las organizaciones agrarias. Si el agricultor se dedica a varios cultivos diferentes, este valor se prorratea. La cantidad a pagar a Hacienda puede verse reducida con las contrataciones realizadas , pero no son deducibles los gastos de agua, electricidad o abonos.

Hace un mes y medio aproximadamente, el departamento encabezado por el Ministerio de Cristóbal Montoro dio luz vez a una reforma del sistema de módulos para el campo que suponía una rebaja fiscal, aunque sólo para algunos cultivos determinados. Entre los mismos se encontraban los cereales, las patatas, las leguminosas o el bovino de leche y el de carne extensivo, entre otros. El motivo por el que el Ejecutivo de Mariano Rajoy adoptaba esta decisión era para compensar los efectos perniciosos de la falta de lluvias y del calor extremo que se registró el año pasado en España. Sin embargo, entre esos productos beneficiados por la aminoración tributaria se quedaba fuera el olivar , salvo el situado en la provincia de Jaén.

Es ésta diferenciación la que más rechazo ha causado entre agricultores y Administración autonómica. El presidente provincial de Asaja, Ignacio Fernández de Mesa, indicó que el Gobierno central «tiene argumentos suficientes para corregir este agravio comparativo porque las comarcas olivareras de producción de aceite de oliva de Córdoba y Jaén tienen enormes similitudes, por lo cual, no es razonable que, contando con las mismas circunstancias, el tratamiento fiscal sea discriminatorio hacia nuestra provincia».

El delegado provincial de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Francisco Zurera, también calificó de «agravio» el hecho de que el olivar cordobés no se haya visto beneficiado esta rebaja fiscal, que sí llegará a Jaén, a pesar de haber sufrido en la misma medida los efectos de la sequía. Zurera también lamentó que el Gobierno «no haya tenido cuenta un año más la petición de la Administración autonómica de adecuar el índice de rendimiento neto (IRN) del olivar de montaña, que, debido a su orografía, tiene una producción inferior y mayores costes». En el caso de Sierra Morena, se solicita un descenso de entre el 20 y el 30 por ciento respecto al resto de la provincia.