El apagón de Córdoba

Es cuestión de turismo, por la mala imagen que se da no solo por la falta de iluminación sino por el estado del firme de las calles y falta de acerado y arbolado, y es algo psicológico, porque nos afecta como ciudadanos pues nos entristece y no ayuda a salir de casa a consumir, a pasear, a ver los maravillosos e innumerables rincones que tiene Córdoba. Y afecta también a la sensación de inseguridad y al problema de poder caerse en cualquier parte sobre todo en una zona del centro donde una población mayor es la que domina.

Es increíble la oscuridad que hay en la avenida de Ronda de los Tejares vía fundamental de la ciudad o en Doce Octubre y Claudio Marcelo , parece increíble que se pueda transitar sin que duela los ojos y la cabeza al buscar cualquier letrero o cualquier indicación hasta tal punto que no sé yo si mejor será andar con casco de minero para poder llegar algún sitio.

Y este problema no solo se circunscribe al centro, también zonas recientemente reformadas como la Ronda del Marrubial o muchas y amplias calles de nuestra sierra donde al ir a los colegios encontramos una deficiencia de iluminación que dificulta mucho el tránsito a horas tempranas de la mañana, sobre todo si le unimos a ello, problemas de niebla tan típicos de nuestra Córdoba.

Y claro , los vecinos que cada vez pagamos recibos de contribución más abultados nos preguntamos, por qué algunos tenemos que aguantar esta situación y por qué otros no, es razonable pensar que haya una homogeneidad en la iluminación de las calles de Córdoba, teniendo en cuenta, por supuesto, criterios ambientales de ahorro energético pero que no lleguen hasta el punto de impedir una vida normal de los ciudadanos. También hay que tener en cuenta que se ha de ajustar más rápidamente el encendido y el apagado a las horas de sol que tenemos, pues a veces, el ahorro que tienes ahora puede provocar más accidentes que reducción del gasto energético.