Los alojamientos rurales en Córdoba sacan partido a la crisis del Covid

La mil veces mencionada España vaciada ha vuelto a llenarse. Además de las recurrentes visitas a abuelos y familiares en las pequeñas localidades «porque en el pueblo se está más tranquilo», los profesionales del turismo rural han encontrado algo de luz entre tanta oscuridad.

Hasta el punto de que las casas, hoteles y alojamientos rurales de la provincia se encuentran al «cien por cien de ocupación desde finales de junio, en algunas zonas desde mayo», según explica Paco Linares, vocal de la Asociación Empresarial de Turismo de la Provincia de Córdoba (Emcotur) . Esta organización, constituida apenas un mes antes del inicio del estado de alarma, aglutina a más de 400 establecimientos entre los que «no hay disponibilidad» para lo que resta de verano .

Una situación que, en palabras del portavoz de la asociación, no es habitual. «Se nota mucho el cambio con respecto a otros años, nunca antes se había logrado el 100 por ciento en todas las zonas», explica Linares.

El empresario cordobés apunta que esta situación si era habitual en zonas como la Subbética o la Vega del Guadalquivir , «pero este año hemos logrado colgar el cartel de completo en zonas como el Valle de los Pedroches o el Guadiato», al norte de la provincia y, tradicionalmente, menos solicitadas que las áreas cercanas a la capital.

Linares también resalta que «hay ocupaciones altas ya» para septiembre e incluso Navidad, una situación sin precedentes y que obliga al portavoz a remontarse a «antes de la crisis de 2008» para poder establecer similitudes con esta buena campaña .

El propio vocal, también propietario de la Casa Rural El Coronel , enclavada en la aldea Los Pánchez, en las inmediaciones de Fuente Obejuna, señala las claves de su éxito: privacidad y seguridad. «La gente apuesta por el turismo de cercanía, por el turismo seguro», asegura Linares, quien también apunta que el mayor éxito se cosecha entre los alojamientos no compartidos y con piscina, aunque también existen espacios con bungalows con piscina comunitaria.

Pero, por encima de todo, destacan sus protocolos de seguridad . «Son protocolos muy estrictos, y la limpieza es mucho más importante. Limpiar, fumigar, e incluso en algunos casos tratamiento con ozono cuando los huéspedes finalizan su estancia», además de un pertinente control de temperatura y la entrega de geles hidroalcohólicos a su llegada, según explica el portavoz.

Un esfuerzo mayor en labores de desinfección y limpieza que, no obstante, no influye en los precios. «No nos aprovechamos en los precios, al contrario, es nuestra oportunidad para mostrar los beneficios y maravillas de nuestra provincia y que la gente pueda desconectar», revela Linares, que añade que sus tarifas, a diferencia de otros establecimientos hoteleros, son fijas durante todo el año y sólo varían, como habitualmente, entre temporada alta y baja.

Y quienes más han optado por profundizar en el conocimiento de la provincia cordobesa han sido, precisamente los propios cordobeses. «Domina el turismo de cercanía. La reserva más lejana me ha llegado desde Granada, y en Subbética algún extranjero», reconoce el representante de Emcotur, que asume que se han convertido en los «grandes beneficiados» de la pandemia aunque, apostilla, es «porque hemos sabido aprovechar la oportunidad», tal y como demuestran las cifras .