(En vídeo) El Señor de los Afligidos abre el Sábado de Pasión de Córdoba camino de la Catedral

Y por Cañero llega, desde luego que llega. A las tres y media de la tarde se ha llenado la plaza de nazarenos de cola blanca. Córdoba sueña con la Semana Santa en las colgaduras de las calles del Centro y de los barrios, se desborda de impaciencia sin querer escuchar a las voces agoreras, y hay una cofradía que se echa a andar cuando quedan pocas horas para el Domingo de Ramos.

Comparece pronto el misterio en que Pilato muestra al pueblo al Señor de los Afligidos, el relato de que el procurador no está seguro de querer condenar al justo, pero también tiene claro que absolverlo le va a dar dolores de cabeza.

Los que buscan a la cofradía un poco más tarde encuentran su cruz de guía y la siempre hermosa estampa de los nazarenos con el cirio al cuadril, y al cabo de un cortejo largo, están en la atmósfera de un tribunal que anda disfrutando de la tarde y para que los suyos la disfruten.

En torno al Señor de los Afligidos saben ya que encontrarán lo que quieren: música, cambios, oraciones, gestos y saetas que no han faltado en los primeros metros. Entre esas ofrendas, el gesto de Jesús los Afligidos que mira hacia adentro, pero también los que esperan en las aceras.

Estrena los cuatro candelabros de las equinas del paso, pero también faroles de acompañamiento de la cruz de guía y cuatro bocinas con sus paños. La cofradía madruga porque su destino no es esta vez cercano: va en busca de hacer estación en la Catedral de Córdoba, a la que llegará en torno a las nueve. A esa hora habrá otras tres cofradías en la calle en distintos barrios.