El Niño Jesús de la Compañía desafía al cielo gris y vuelve a las calles de Córdoba

La lluvia, primero fina y luego más intensa, forzó a acortar el recorrido al filo de las seis de la tarde. Desde la plaza de las Tendillas se vieron obligados a tomar la calle Duque de Hornachuelos para llegar a su templo mucho antes de las siete, que era la hora prevista.

Guiado por el capataz Gonzalo Martínez de la Haba, el paso marchó con los sones de la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús de los Afligidos de Puente Genil, una formación de más de dos décadas de existencia.

Su repertorio clásico volvió a recordar las ocasiones en las que tocó en Córdoba, tras el Señor del Silencio, de la hermandad del Amor, y no defraudó a los que esperaban escucharla.

'Pescador de hombres' y 'Nuestro Padre Jesús de la Victoria' fueron obras interpretadas en el primer tramo del recorrido, entre numeroso público, a pesar del frío y de que la ciudad todavía estaba aletargada, desperezándose de la resaca de Año Nuevo. «Hay más gente que en Semana Santa», comentaba un hombre en medio de una bulla.

En las filas se encontraba un nutrido grupos de niños de la cofradía y de las Reales Escuelas Pías de la Inmaculada Concepción y el colegio Santa Victoria.

La Escuela de Nazarenos enseña a estos jóvenes devotos a comenzar a vivir su fe de la mano del Niño Jesús, que con el paso de los años y por redimir al mundo conoció el dolor y la muerte en la cruz hasta llegar al Sepulcro.

El Niño Jesús iba exquisitamente vestido con una túnica en tono marfil con decoración vegetal y una medalla del Sepulcro en el cuello. En esta ocasión las jarras dispuestas en las esquinas son las del antiguo paso del Sepulcro y llevaban rosas y claveles sangre de toro.

El Niño Jesús de la Compañía ha iniciado este lunes festivo de enero el amplio ciclo de procesiones que espera a Córdoba durante todo el año 2023. La de esta tarde no ha sido una procesión más, pues tiene una profunda carga de ayuda a las madres con dificultades que sacan adelante a sus hijos con el respaldo de las Madres Adoratrices.

Fuente de vida, el nombre del proyecto, lo dice todo. Los participantes en esta salida, con donativos en metálico y con la entrega de paquetes de pañales, leche en polvo, cereales y productos de higiene para bebés, se han sumado a la apuesta por la vida.

El hermoso marco de la Compañía, con San Rafael como testigo, y la plaza de Santa Victoria, repletos de familias, han sido el punto de partida de este recorrido hecho a la medida de los pies de los niños, pero no por eso menos intenso y vivido, al contrario.

Las colgaduras que rezan 'Dios ha nacido. Feliz Navidad' llenan los balcones de las casas mientras los niños alumbran a Jesús con sus cirios. A las seis la fina lluvia ha hecho acto de presencia, pero el testimonio de fe queda intacto y Jesús ha bendecido a todos los que han salido a verlo con la ilusión de los niños.