Más de una docena de pasos tendrán nuevos capataces en la Semana Santa de Córdoba 2024

Hay relevos muy tranquilos. Tras el Lunes Santo de 2023, los hermanos José y Sebastián Fernández comunicaron que dejarían de ser capataces del paso de palio de Santa María de la Merced. Lo hicieron tras una trayectoria de décadas en que han forjado una cuadrilla muy consolidada. La cofradía del Zumbacón los nombró capataces de honor y encarga el martillo a Alfonso Casero López e Isabel Brenes Troya.

Hay también relevo en dos de las grandes devociones marianas de Córdoba. El anterior capataz de Nuestra Señora de los Dolores, Antonio Cuenca, presentó su renuncia y la hermandad abrió un proceso en el que barajó distintos nombres para estar al frente del paso. La cofradía se decantó por José Rodríguez Alarcón, que quiere imprimir un andar «poderoso» desde ahora.

Desde hacía años, la Virgen de la Paz y Esperanza no tenía un capataz propio y era Vicente Mengual quien estaba al frente de los dos pasos. A partir del Miércoles Santo de 2024 Rafael Giraldo será el nuevo capataz de la Virgen y Vicente Mengual se centrará sólo en el misterio. La hermandad de la Piedad también abre una nueva etapa con Rafael Díaz Moreno y Raúl Torres, en lugar de Luis Maya.

Menos esperada fue la decisión de la junta de gobierno de la hermandad de la Buena Muerte de que Enrique Garrido no continuase con el martillo de la Reina de los Mártires, al ser alguien formado en la misma hermandad, que apuesta por Jesús Ortigosa para un paso con un andar muy particular en silencio.

Enrique Garrido tomará el próximo Domingo de Ramos el martillo de María Santísima de la Concepción, titular de la hermandad de las Penas, en sustitución de Carlos Lara, que presentó su renuncia en un paso con bastantes cambios en los últimos años.

También levantó polvareda la decisión de la Junta Gestora de la hermandad de la Agonía de prescindir de Francisco Carbonero, anterior hermano mayor de la cofradía, como capataz del paso de Nuestra Señora de la Salud. Le sustituirá Ángel Carrero.

Es poco frecuente que las hermandades den las causas por las que un capataz no continúa al frente de una cuadrilla, pero sí lo hizo el Amor. Carlos Herencia no seguirá al mando de las costaleras de la Virgen de la Encarnación por no haber obedecido indicaciones de la hermandad en la estación de penitencia y a su vez no transmitir información veraz a la cuadrila. Manuel Orozco, capataz también de Jesús Caído y del Cristo de la Agonía, tomará ahora el martillo.

Jesús Ortigosa no continuará el Viernes Santo al frente de la cuadrilla de Nuestra Señora del Rosario y la Expiración ha confiado para este puesto en Juan Carlos Vidal.

Dos hermandades optan por tener un capataz general para toda la cofradía desde este año. Así lo hará David Arce en el Descendimiento, ya que llevaba el misterio desde hacía años y ahora lo hará también con el paso de palio. Ahí sustituirá a Juan Luis Berrocal Campos, que a su vez pasa a ser el capataz titular de una cofradía completa, que será la de Jesús Resucitado. Hasta el año pasado estaba al frente de la cuadrilla de la Virgen de la Alegría y desde ahora sustituirá a Antonio Domingo en el Señor.

Dos cambios ha sido necesario afrontar en el paso de la Virgen de la Esperanza. En septiembre la hermandad de San Andrés anunció que al frente de la cuadrilla estaría Antonio Barbudo, en sustitución de Rafael Ramírez Galvín.

Sin embargo, los planes tuvieron que alterarse cuando, pocas semanas después, la hermandad de la Vera-Cruz anunció que se trasladaba al Domingo de Ramos, y desde 2022 el capataz de su titular, la Virgen del Dulce Nombre, es precisamente Antonio Barbudo. Renunció a la Esperanza, que ha nombrado a Marcos de la Virgen. A su vez, la Vera-Cruz ha nombrado a Rafael Salado para estar al frente del Señor de los Reyes, en sustitución de David Pulido.