historia
De la Bahía al Cerro
Nuestro Padre Jesús del Silencio, obra de Ortega Bru, llegó a Córdoba hace 24 años procedente de Cádiz
r. c. m.
Cada Domingo de Ramos, la imponente talla de Nuestro Padre Jesús del Silencio en el desprecio de Herodes atraviesa el puente para llegar desde su barrio del Cerro hasta el centro de la ciudad. Atrás quedan ya los numerosos obstáculos que esta magnífica talla, ... única obra de Ortega Bru en Córdoba, tuvo que atravesar para llegar a la ciudad califal tras un complicado peregrinaje en Cádiz.
Los inicios de las cofradías no han sido siempre fáciles. De hecho, aunque habitualmente son agentes dinamizadores en las iglesias, no siempre han estado bien vista por todo el ámbito clerical. Precisamente un conflicto interno entre el estamento religioso y los devotos del Señor del Silencio fue el detonante que favoreció la salida del Cristo de la ciudad gaditana.
La raíz de la devoción al Cristo del Silencio hay que encontrarla en la década de los 80 , cuando un grupo de devotos ponen la primera piedra para la creación de una nueva hermandad. Para ello, encargan una imagen al escultor sanroqueño bajo la advocación de Jesús del Silencio, que la realiza en 1982 . Desde entonces, la devoción a la bella imagen va creciendo entre los gaditanos. Finalmente, el Cristo del Silencio se establece en la céntrica parroquia de San Antonio , donde comienza a recibir culto.
Aunque todo parecía ir bien, en 1987 comienzan a torcerse las cosas en el seno de la corporación, cuyo grupo de devotos no estaba dispuesto a ceder la imagen a la parroquia. Tras varios conflictos con el Obispado, éste decide bajo decreto prohibir la creación de nuevas hermandades y cofradías en la diócesis de Cádiz y Ceuta. La cuerda estaba demasiado tensa.
Fue en este momento cuando la aparición de Fray Ricardo de Córdoba resultó decisiva para la llegada a Córdoba de la imagen. El fraile capuchino se encontraba en Cádiz cuando tuvo conocimiento de los hechos y decidió poner en contacto a este grupo de devotos con la hermandad del Cerro.
Multitudinario recibimiento
Tras un tiempo de conversaciones, la talla sale de Cádiz y llega a Córdoba en septiembre de 1991, teniéndose que resguardar en la sede de la Agrupación de Cofradías hasta el 16 de noviembre , fecha en la que fue trasladada en vía crucis hasta la parroquia de Jesús Divino Obrero. Fue una de las estampas cofrades más emotivas vividas en el último cuarto de siglo. Con un amplio cortejo formado por representantes de todas las hermandades agrupadas , el Señor del Silencio llegaba a su nuevo barrio, que lo recibió por todo lo alto.
Desde entonces, los lazos entre Córdoba y Cádiz se estrecharon. Cada Semana Santa, decenas de fieles gaditanos acuden al Cerro para acompañar al que fue su titular. Asimismo, durante varios años la cuadrilla ha contado con un amplio número de costaleros que se desplazaban para portar al Cristo de Bru.
Accidentada primera salida
Precisamente, su primera salida procesional no será recordada de forma positiva por sus hermanos, ya que el paso del Señor del Silencio no pudo completar su primera estación de penitencia, teniéndose que resguardar en la parroquia de San Francisco por una fractura en el tobillo de la imagen. Desde entonces, un retablo cerámico con la imagen del Cristo preside la entrada al compás de la iglesia. Un retablo similar al que se conserva en Cádiz en la calle Benjumeda, donde el Señor del Silencio pasó sus primeros años.
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