Los romeros llegan al ecuador del camino

Amanecieron temprano en La Luisiana, municipio cercano a Écija, y prepararon la siguiente jornada de camino. Desayuno, rezo, cuidado de los caballos y en marcha. Las carriolas avanzaban lentas mientras los romeros cantaban camino de Fuentes de Andalucía. Llegaron temprano tras un par de horas de camino rodeados de campiña, suelto terrizo y muchos cultivos.

Allí, caminaron hasta la residencia de mayores que tienen las Hermanas de la Cruz. El lugar está pensado para que descansen nuestros mayores bajo buenos cuidados. Los romeros le tienen un gran cariño a este lugar y lo demostraron durante la primera parte del día. Además de llevar un elevado número de productos para la comunidad y los residentes, pasaron varias horas cantando, bailando y disfrutando de las gentes del lugar.

Después de reponer fuerzas, continuaron con el camino hasta llegar al cortijo del Valenciano, donde hicieron noche. Los ánimos están intactos y el cansancio no se siente. La cuarta jornada de viaje les acerca aún más a Almonte y, aunque todavía queda bastante trayecto, los romeros son conscientes de que la mitad del viaje está hecho. Al abrigo de la noche, con las carriolas paradas y sólo iluminados por su luz, el silencio se rompe con música de guitarra, tambor y pitos rocieros.