Patrimonio
Una ruta por el fascinante Barroco de la Subbética de Córdoba
Reportaje
En la comarca existen numerosos ejemplos de obras de arte de escultura y arquitectura realizadas entre los siglos XVII y XVIII
La Capilla Real de la Mezquita-Catedral, radiografía de un espacio único
R. V.
Córdoba
El Barroco es un periodo artístico que abarcó especialmente los siglos XVII y buena parte del XVIII, un periodo en el que Europa estuvo inmersa en las guerras de religión. Su contexto histórico le dio a esta etapa del arte un marcado carácter religioso ... que puede verse fácilmente en las creaciones de todas sus disciplinas, pero especialmente en la arquitectura, la pintura y la música.
En Córdoba hay excelentes ejemplos de arquitectura barroca, tanto en la capital como en la provincia. En la Subbética, una comarca que pervivió durante siglos como frontera entre el Islam y el Cristianismo, alcanzó su máxima expresión. Estos son algunos de los monumentos barrocos de esta zona del sur cordobés:
Priego de Córdoba
Priego de Córdoba es sin duda la capital del barroco de la Subbética, con numerosas muestras de arte y edificios levantados entre los siglos XVII y XVIII.
La Capilla Real de la Mezquita-Catedral de Córdoba, radiografía de un espacio único
Luis MirandaLa obra que acaba de licitar el Gobierno resanará suelo, azulejos y yeserías, muy dañados por el tiempo
La Iglesia de la Asunción es de estilo gótico-mudéjar (muy anterior al Barroco) y cuenta con añadidos de otras etapas. Sin embargo, en su interior alberga una de las mejores muestras del Barroco tardío, el Sagrario.
Se trata de una de las obras maestras del barroco español, fue realizado por Francisco Javier Pedrajas, entre 1772 y 1784, y es Monumento Nacional desde 1932. Su planta consiste en un octógono rematado con una impresionante cúpula que está perforada en su base por ocho amplios ventanales de los que desciende la luz a todo el conjunto. Esta magnífica arquitectura se recubre con una profusa decoración de molduras y yeserías de inspiración rococó, el periodo posterior al Barroco.
La Fuente del Rey, uno de los emblemas de Priego y visita obligada, comenzó a construirse ya en el siglo XVI y no terminó hasta el XIX, pero su diseño actual se corresponde al estilo barroco. Se concibe con tres estanques de distinto nivel y forma alargada en la que predominan los contornos curvos.
En el primer estanque se sitúa la escultura de un león luchando con una serpiente, obra atribuida al escultor neoclásico Álvarez Cubero. En el segundo, realizado por Remigio del Mármol, la figura central del monumento, una escultura de Neptuno y Anfítrite que cabalgan sobre un carro tirado por caballos que salen del agua. Desde éste, el agua cae al último estanque por una cascada, y acaba saliendo por el mascarón del Clero.
En la fuente manan 139 caños, muchos de ellos con mascarones de piedra de rostros fantasmagóricos. Está declarada Monumento Nacional.
Cabra
En Cabra nos encontramos con otro monumento religioso que tiene su origen en tiempos muy remotos, pero con un carácter claramente barroco debido a las reformas y ampliaciones posteriores. Se trata de la iglesia de la Asunción y Ángeles.
Construida en el siglo XIII tras la reconquista por parte de Fernando III el Santo, se le conoce como «la mezquita del Barroco» ya que fue levantada sobre los restos de un templo musulmán.
El retablo mayor, obra de Melchor de Aguirre, está realizado en mármoles rojo y negro, según proyecto del reconocido arquitecto egabrense José Granados de la Barrera. La hornacina central acoge la talla de Ntra. Sra. de la Asunción, obra granadina de 1693.
También de la etapa barroca es la parroquia de los Remedios, un pequeño templo construido sobre los restos de una ermita del s. XVI dedicada a Santa Ana. En ella se rinde culto a una de las imágenes más veneradas de la ciudad, la Virgen de la Soledad, obra de Pedro de Mena que fue adquirida en Granada en 1663. La portada, fechada en 1729, da acceso a un interior de planta cuadrada dividido en tres naves.
El presbiterio está cubierto con una hermosa cúpula decorada con abundante yesería en forma de complicada hojarasca, obra de Antonio Álvarez así como el retablo camarín mayor. éste fue dorado en 1744 por Francisco Ponce de León, diez años después de su construcción.
Lucena
En el interior del templo de San Mateo (también de épocas artísticas previas al Barroco) de la localidad de Lucena, capital de la comarca, sobresale la magnífica capilla del Sagrario, realizada entre 1740 y 1772 sobre trazas del arquitecto local Leonardo Antonio de Castro y considerada como una de las joyas del barroco cordobés, y una de las obras escultóricas más importantes del barroco andaluz.
Presenta una magistral portada de jaspe negro, rojo y blanco, realizada por el célebre maestro Juan del Pino Ascanio, natural de esta ciudad. La Capilla tiene planta octogonal y en su alzado se levantan cuatro robustos machones, que a modo de pilastras sustentan cuatro pechinas.
Los maestros Jerónimo y Acisclo Ramírez de Quero dirigieron las obras, mientras que el recargado plan decorativo del conjunto, repleto de símbolos eucarísticos, doctores de la Iglesia, santos relacionados con la devoción al Santísimo Sacramento, elementos ornamentales de carácter vegetal o geométrico, espejos, fue encomendado al escultor local Pedro de Mena y Gutiérrez, que también realizó la talla del grandioso tabernáculo que se alza en el centro de la capilla.
Benamejí
La parroquia de la Inmaculada Concepción, mandada construir por el señor y primer Marqués de la Villa de Benamejí, Diego de Bernuy, es uno de los ejemplos más representativos del Barroco cordobés. Su portada de líneas sencillas con corte neoclásico está rematada por una imagen de la Santa Fe y sobre la fachada una hornacina en forma de concha alberga una imagen de María Inmaculada, a quien esta dedicado el templo.
Posee nave de crucero en forma de cruz latina con capillas laterales, que albergan, al lado derecho del altar mayor, el Sagrario, de estilo antequerano, remodelado recientemente, acoge las imágenes procesionales de la semana de Pasión de Benamejí, muchas de ellas procedentes del desaparecido convento de Carmelitas descalzos, que existía en Benamejí. Alberga una gran colección pictórica de los siglos XVII- XVIII.
Rute
El templo de San Francisco de Asís de Rute, pueblo conocido por sus tradiciones navideñas y sus fábricas de anís, tiene su origen como Ermita de Nuestra Señora de la Cabeza, de la que conocemos su existencia ya en 1584, si bien el aspecto actual del mismo corresponde a la ampliación iniciada en 1731, en pleno Barroco. En 1736 se convierte en convento franciscano con el traslado de la Comunidad procedentes del cercano Paraje de la Hoz, y posteriormente siendo erigida como Parroquia en 1889.
Posee planta de tres naves separadas por arcos de medio punto sobre columnas toscanas, la central de mayor altura se cubre con bóveda de cañón aplanada y las laterales con cúpulas gallonadas que parten de ménsulas. El retablo mayor fue ejecutado en 1725 por el maestro antequerano Antonio de Rivera, con vano central que comunica con el camarín de Ntra. Sra. de la Cabeza, a los lados, separados por estípites, interesantes esculturas de Santo Domingo y San Francisco de Asís, de finales del siglo XVI.
El espacio más destacado del templo es el camarín de Ntra Sra. de la Cabeza, ricamente decorado con yeserías de estilo rococó obra del escultor prieguense Cecilio Antonio Franco Roldán que lo concluyó en 1763, a cuya mano se debe igualmente la decoración de la cúpula y pechinas del presbiterio.
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