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Salud

La prevención reduce en Córdoba los golpes de calor, pero los médicos notan que los casos se adelantan

La hidratación y la actuación ante confusión o calambres, claves para evitar su escalada

Córdoba registra la segunda muerte por golpe de calor en Andalucía: un hombre de 75 años

El aviso naranja por calor se eterniza en Córdoba con ocho días seguidos y más de doce desde mayo 

Un trabajador se refresca en la plaza de Las Tendillas de Córdoba Valerio Merino
Luis Miranda

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Si en la pandemia el riesgo para la salud estaba en el aire, y por eso había que ponerse mascarillas para evitar la entrada en el organismo del Covid-19, en verano llega de lo más alto del cielo. El sol y las altas temperaturas son una amenaza para el cuerpo y en el verano de este 2025, cuando el calor ha llegado tan pronto, ya se empieza a notar en Córdoba con la muerte de dos personas por enfermedades relacionadas con el efecto que en su cuerpo tienen las altas temperaturas. ABC ha hablado con tres médicos de urgencias para que proporcionen detalles sobre los síntomas que pueden alertar de la aparición de patologías de calor y la forma de prevenirlo.

Porque se habla de golpe de calor y eso es sólo el momento más grave. Sara Constenla, médico de Urgencias en el hospital Reina Sofía de Córdoba, prefiere hablar de patología inducida por calor: «El golpe de calor es ahí la expresión máxima, una situación clínica muy compleja y grave, y con porcentaje de mortalidad elevado». Antes de llegar ahí, en muchas ocasiones el cuerpo ha ido emitiendo señales y avisos que hay que tener en cuenta. Primero, insiste, están los edemas por calor, en que las manos y las piernas se hinchan.

Se produce la vasodilatación y llegan los síntomas que avisan al organismo de lo que puede suceder. Desde ahí siguen los calambres, el síncope por calor, el agotamiento o colapso y finalmente el golpe de calor. «Si los síntomas son leves y llevaderos, y se ve la predisposición, lo primero es evitar el problema», asegura la médico.

La lista de recomendaciones es conocida: hidratarse con mucha frecuencia, evitar el ejercicio en los momentos más calurosos, llevar ropa ligera y no exponerse al sol en las horas centrales del día, que son aquellas en que el termómetro ronda, y en este año supera con facilidad, los 40 grados. En este tiempo uno tiene que recordar llevar siempre consigo, «junto al DNI y las llaves, la botella de agua».

Francisco Sánchez Molina, jefe del servicio de Urgencias del hospital Quirónsalud Córdoba, abunda en síntomas que tienen que servir para dar la voz de alarma a quien los nota. Son sequedad de boca, desorientación, somnolencia, sequedad de piel y sudoración profusa.

Es el momento en que el cuerpo empieza a acercarse a los problemas, porque el calor hace que suba la temperatura hasta los 38 o 39 grados. «Sube la temperatura como con la fiebre que aparece cuando hay una infección en el cuerpo, pero por la deshidratación», cuenta el médico.

Conciencia

Ahí se llega después de los primeros síntomas, como la sensación de cansancio, el agotamiento, los calambres en las piernas y en muchos casos también la pérdida de conciencia. Al fin y al cabo, tal y como explica Francisco Sánchez Molina, la reacción a las patologías asociadas al calor tiene que ver con la conciencia, porque la rápida reacción permite frenar los síntomas y evitar complicaciones.

Inmaculada Báez, médico de Urgencias del hospital Cruz Roja de Córdoba, habla también de signos como el cambio del estado mental, la confusión, agitación, delirios, incoherencias, convulsiones y la piel caliente o muy seca. «Las complicaciones pueden ser importantes y el pronóstico muy malo», dice.

Por eso proporciona instrucciones para atender a quienes presenten estos síntomas y necesiten ayuda: hay que sumergir a la persona que presente estos problemas, meterlo en la bañera con agua fría, acercarlo a un ventilador y enfriarlo por evaporación en un sitio fresco.

Medidas como el agua fresca en las sábanas para humedecer el cuerpo y desde luego darle líquido son también buenas en personas que por ser dependientes o estar desorientadas por la enfermedad necesitan ayuda. «Si hay aturdimiento la capacidad de respuesta está muy mermada. Si alguien nota los síntomas y se siente capaz tiene que meterse en la ducha», asegura.

Temperaturas máximas en la última semana en Córdoba

  • 27 de junio. 41,2 grados

  • 28 de junio. 42,8 grados

  • 29 de junio. 43,2 grados

  • 30 de junio. 42,5 grados

  • 1 de julio. 41,4 grados

  • 2 de julio. 42,3 grados

  • 3 de julio. 41,4 grados

  • 4 de julio. 40 grados

La receta del agua parece fácil de observar, porque al fin y al cabo el cuerpo tiene una alerta natural que avisa cuando es necesario: la sed. No a todo el mundo le sirve, sin embargo. En las personas mayores la sensación de sed es menor y también en personas que necesitan tomar neuropsicofármacos, «que alertan la percepción de las temperaturas, como afirma Sara Constenla, del hospital Reina Sofía.

Los tres médicos consultados por ABC coinciden en una medida básica: evitar el consumo de alcohol en estos casos. Las personas que necesitan hidratarse recurren a veces a bebidas de este carácter. Lo dice Francisco Sánchez, del hospital Quirónsalud: «El alcohol se lleva fatal con esta situación. Disminuye el nivel de conciencia, no hay sensación y crea una serie de reacciones químicas a nivel intestinal y hepático que favorecen su efecto tóxico».

Si se sigue sin actuar, el cuerpo puede enfrentarse a problemas serios, a un horizonte en que puede enfrentarse a la muerte. Francisco Sánchez alerta contra la anhidrosis, que es el que cuerpo no suda por efecto el calor. A partir del momento en que el cuerpo supera los 40 grados de temperatura puede haber daños al cerebro, el corazón, el hígado, los riñones y los músculos.

«Es una constelación que puede llevar al paciente a un fallo multiorgánico y eso puede acarrear la muerte». Depende también de que haya factores de riesgo, como la edad (mayores, pero también niños pequeños) y las enfermedades cardíacas y renales. Con todo, insiste en que la conciencia es fundamental para notar los síntomas y poder actuar.

La bañera de agua fría y refrescar el ambiente son las medidas cuando han aparecido los primeros síntomas en el paciente

¿Hay más patologías en estos años con calor más intenso? La médico de Urgencias del hospital Reina Sofía de Córdoba confiesa tener la percepción de que hay más demanda de la población, y sobre todo de que se está adelantando, especialmente en este año. «Desde la Feria vemos a personas de Córdoba y a turistas que no son conscientes de las temperaturas que podemos alcanzar en mayo», cuenta. Y sí, la sensación es de que lo que antes llegaba en julio y agosto ahora se ha adelantado en un mes o mes y medio.

Inmaculada Báez, del hospital de la Cruz Roja, no ve más afluencia, pero según ella puede tener que ver con la mayor difusión de la lucha contra los golpes de calor y de que la población tiene cada vez más conciencia.

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